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domingo, 27 de julio de 2014

Cantabria (2da parte) de Santillana a Castro Urdiales

Dejando atrás Santillana del Mar, tomamos dirección hacia Suances, pero antes haremos una visita a la ermita de Santa Justa y la playa que lleva ese mismo nombre, pertenece a Santillana, dede aquí podemos acceder a la playa de El Sable de Tagle, la ermita está situada en la ensenada de Santa Justa, está incrustada en el acantilado como se puede ver en la foto. Según parece el origen de la ermita está en que la cavidad en que se edificó, fue elegida como morada por un anacoreta que entre el siglo VIII y X llegó hasta aquí desde Sevilla, donde estaban los restos de las santas Justa y Rufina, huyendo de los invasores musulmanes . Según dice el historiador del siglo XVI D. Ambrosio Morales "A media legua de Santillana, en una peña que se entra en la mar, está una iglesia dentro de una cueva teniendo la advocación de Santa Justa y Rufina, que están allí sus benditos cuerpos, y por esto tienen aquella ermita en gran veneración". Tal fue la importancia que tuvo la ermita, que en las ordenanzas del concejo de Puente Avíos de 1578 se establecía la obligatoriedad de acudir a la romería de Santa Justa bajo multa de 100 maravedies.  
En lo alto del acantilado, el conocido como “Mota Justa”, encontramos las ruinas de una defensa costera del siglo XIV, El Torreón o Atalaya de San Telmo. La Atalaya recibió este nombre de un milagro atribuido a San Telmo que se produjo cuando una embarcacíon ocupada por peregrinos que se dirijian a Santiago de Compostela naufragó frente a estas costas, durante siglos  sirvió de observatorio y punto de referencia para los navíos, así como de bastión y defensa contra las invasiones. En estos momentos se encuentra en ruinas y sólo se mantienen en pie parte de dos paredes del edificio originario, conservando los huecos de dos ventanas. Desde este punto se puede disfrutar de grandes vistas panorámicas de la Playa del Sable, punta Ballota. Como curiosidad decir que en las ruinas de este torreón se rodaron escenas de la película "El invierno de las anjanas", protagonizada por Eduardo Noriega y Elena Anaya.
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Seguimos camino hacia Suances, allí está la Playa de los Locos, rodeada de altos acantilados sufre siempre de un intenso oleaje al estar expuesta al mar abierto, para bajar a la playa tenemos que hacerlo por una escalinata. En Suances a pie de un acantilado está el El castillo de Ceruti y desde el se tienen vistas de la Playa de los Locos y de la Playa de la Concha; fue construido alrededor de 1904 a pedido del barón Peramola don Florencio Ceruti y Castañeda durante su gobierno en la alcaldía de Torrelavega.


El edificio nos hace recordar una antigua construcción militar de la Edad Media.
El castillo Ceruti fue reconstruido en el año 1987 y convertido en hotel, éste cuenta con hermosas habitaciones que individualmente cuentan con detalles que las hacen únicas. Cuenta con un espectacular mirador donde se observan maravillosas vistas hacia las playas y alrededores y una cafetería desde la que descansar y contemplar las vistas, por si no queréis pernoctar en el hotel. 

Hay más playas para poder visitar como la Playa de los Caballos, cerca de Cuchía, y a la que hay que llegar a pie, a través de un sendero que salva los imponentes acantilados que la dominan, y como no, unas escaleras. Continuamos camino en dirección a Santander, pero no está de mas hacer una parada en una playa muy especial, la Playa de Valdearenas de Liencres, situada en pleno parque natural las Dunas de Liencres y Estuario del Pas, al que podemos llegar en coche.
La Playa de la Arnía es una de las playas más impactantes del litoral cántabro. Se encuentra situada en la localidad de Liencres dentro del término municipal de Piélagos, en una zona cercana a las dos ciudades más pobladas de Cantabria, Santander y Torrelavega. Liencres tiene fama por sus playas, destacando la de Arnía. Es una zona muy abrupta donde abunda la roca caliza que nos deja este paisaje tan espectacular. El entorno de la Playa de la Arnía cuenta con una de las más espectaculares Plataformas de Abrasión junto con las de Mutriku, Deva o Zumaia en Guipúzcoa. La Plataforma de Abrasión o Rasa Mareal es el resultado de la erosión de los acantilados que aparecen al acumularse las rocas a lo largo del tiempo, estos accidentes del relieve costero son de vital importancia para los geólogos, gracias a ellas podemos conocer la historia geológica del continente.
Playa de Covachos - Santa Cruz de Bezana, Cantabria 
La playa de Covachos con sus finas arenas y aguas cristalinas la convierten en la típica playa paradisiaca. Es uno de los arenales mejor conservados de nuestro litoral cantábrico.Esta playa forma parte del Parque Natural de Liencres, una zona muy abrupta y agreste del Cantábrico que recibe popularmente el nombre de Costa Quebrada.
Desde aquí nos dirigiremos hacia Santander, a pocos kilómetros de distancia. Y Santander, eso ya son palabras mayores!. Que decir de esta maravillosa ciudad, situada en una bahía y protegida por un accidentado relieve, la capital de Cantabria ha sido importante gracias a su puerto a lo largo de la historia. Actualmente es una ciudad moderna, elegante y cosmopolita, con un intensa actividad cultural, repleta de jardines, plazas y edificios nobles, es por ello que se la conoce como la Perla del Cantábrico. La historia de la ciudad comienza cuando las tropas de Augusto sometieron a los cántabros, en 1187 recibió el título de Villa de Abadengo por Alfonso VIII, de echo la ciudad era una de las "Cuatro villas de la Costa de la Mar Oceána del Reino de Castilla" y gracias al permiso real de poder exportar a Flandes y Amberes las lanas castellanas, la ciudad se hizo más y más importante. A partir del siglo XVII se inició un periodo de decadencia comercial, y no fue hasta el siglo XIX cuando muchos cántabros regresaron de sus aventuras por las Américas en busca de fortuna. Gracias a los indianos se desarrollaron los astilleros y se creo el Banco de Santander. Durante los últimos 25 años del siglo XIX hubo un periodo de esplendor, que coincide con el veraneo aristocrático, es cuando se construye el Gran Casino, el Hotel Real, el club marítimo y el hipódromo de Bella Vista; se favorece la vida cultural con figuras tan célebres como Menéndez Pelayo, o el arqueólogo Sanz de Sautuola. Durante la Guerra Civil, Santander defendió el bando republicano sufrió daños muy graves, pasada la guerra en el 1941 la ciudad sufrió un grave incendio que afectó al casco antiguo, la reconstrucción fue difícil pero fructífera. Para la visita de la ciudad debéis hacer caso al insigne Azorín, pues ante la difícil decisión por donde comenzar dijo "dejad los planos; dejad las guías; no preguntéis a nadie. Tal vez el vagar a la aventura por el laberinto de las calles es el mayor placer del viaje".  Por ello os indicaré algunas cosillas, el resto tendréis que encontrároslo una vez estéis allí.

El Paseo de Pereda es sin duda la calle más emblemática y transitada de Santander, declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico allá por 1985. Situado en el centro urbano, alberga un largo paseo paralelo a línea del muelle, y llega hasta Puertochico. En el siglo XIX, lo que hoy conocemos como el Paseo Pereda, eran muelles mercantiles y los bajos de los edificios eran ocupados por almacenes, navieros y comerciantes. Entre los edificios más destacados está el que se destina a sede central del Banco de Santander, obra del arquitecto González Riancho, con popular arco sobre la calle del Martillo y coronado con esculturas de Planes, fue construido sobre 1940. A lo largo del mismo podemos disfrutar de todo el esplendor de la Bahía de Santander. En él se encuentran muchos edificios históricos y señoriales del siglo XVIII principios del XX, destacando especialmente por su monumentalidad y envergadura el que se destina a sede central del Banco Santander.
Otro lugar interesante, son los jardines de Pereda. Tanto el paseo como los jardines fueron dedicados al novelista cántabro José María de Pereda. Los actuales jardines se levantan sobre el antiguo puerto de la ciudad y sus muelles mercantiles.
El Paseo Marítimo del Sardinero se encuentra en una de las zonas de mayor belleza y más lujosas de Santander y discurre paralelamente a las orillas de la emblemática playa del Sardinero, donde a finales del siglo XIX se popularizó como lugar de veraneo entre los principales personajes ilustres y de la nobleza europea. El Sardinero se extiende desde la Península de la Magdalena hasta Mataleñas y es considerada como una de las zonas más elegantes del litoral cantábrico.


Hoy conserva todo su encanto y es el centro turístico de Santander, estando particularmente animado en verano. El Sardinero es una de las zonas más emblemáticas de Santander y su paseo ha sido ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico. Cuenta con las dos hermosas playas de El Sardinero y es recomendable pasear por los magníficos Jardines de Piquio, considerados como una de las zonas verdes más bonitas de la capital cántabra. En estos jardines hay una "Bola del Mundo" que en realidad es un potente instrumento astronómico llamado "TIERRA PARALELA".
Una TIERRA PARALELA es un instrumento astronómico formado por una bola del mundo, cuyo eje se encuentra correctamente orientado en la dirección Norte-Sur, y dispuesta además de tal modo que en la parte superior de la esfera se encuentre precisamente el lugar donde se ubica el instrumento (Santander, en este caso). La antigüedad del monumento (hacia 1930) le confiere un notable valor histórico y artístico que hay que añadir a su valor astronómico.

A lo largo del paseo marítimo podemos encontrar gran variedad de terrazas, restaurantes, cafeterías, discotecas.. así como varios hoteles, el emblemático Casino del Sardinero y el Auditorium al aire libre. En uno de los extremos del paseo se encuentra la península de la Magdalena con el palacio homónimo y frente a ella la isla de Mouro con su faro. 
La península de La Magdalena es la joya de una ciudad, tan espectacular como Santander. Es una obra de la naturaleza, que ha sido remodelada y mejorada por el hombre. El Palacio de la Magdalena se encuentra sobre un alto, al final del paseo, y es una maravilla de un estilo ecléctico, una mezcla de estilos ingleses y franceses con la incorporación de elementos típicos de la arquitectura montañesa.

Desde allí, hay una gran vista de la isla del Moro, los acantilados, El Sardinero con casi 2 kilómetros de fina arena. Durante mucho tiempo, caladero de sardinas, de ahí proviene el nombre de El Sardinero. Desde los jardines del Palacio de la Magdalena  se puede acceder a las playas de Los Bikinis y Los Peligros.

 

La construcción del Palacio Real de la Magdalena comienza en 1908 con la construcción de un palacio para los reyes. El proyecto, fue llevado a cabo por  los arquitectos Javier González Riancho y Gonzalo Bringas Vega y se realizó con la participación de todos los santanderinos mediante suscripción popular. Se finalizó en 1912 y se regaló entonces a los monarcas. Entre 1913 a 1930 fue sede veraniega de la corte española. Alfonso XIII, encuentra en Santander y su provincia un lugar idóneo para la práctica de sus deportes favoritos: las regatas de vela y la caza. El rey y su familia lo ocuparon regularmente hasta la proclamación de la II República. En 1914 fueron proyectadas las caballerizas por Javier González Riancho. Las mismas emulan a un poblado inglés medieval con tejados puntiagudos de vertientes pronunciadas, entramados de madera vista, etc. En 1982 fue declarado monumento histórico-artístico. Entre 1993 y 1995 fue rehabilitado por el ayuntamiento de Santander, según proyecto de Luis de la Fuente. Cada verano acoge los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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La Plaza Porticada, también conocida como Plaza de Velarde, surge tras el incendio que asola Santander en 1941. Durante la reconstrucción de la ciudad, se crea esta plaza de estilo neo-herreriano, y fue el lugar donde en 1952, y gracias al impulso de Ataulfo Argenta y José Manuel Riancho, se crea el Festival Internacional de Música y Danza de Santander. Gracias a él, la Plaza Porticada fue considerada por todos durante cuarenta años la "plaza mayor de la música" en España.

Actualmente, los edificios de la plaza están ocupados por la Delegación del Gobierno, Caja Cantabria y otros edificios gubernamentales, y está adornada con estatuas alegóricas que representan "El Ahorro" y "La Beneficiencia", obras de Agustín Herrán. Durante la última remodelación acometida en la plaza se han encontrado restos arqueológicos de la antigua muralla medieval de Santander y de la Puerta del Mar, entrada principal marítima a Santander en la edad Media, así como bunkers y refugios antiaéreos de la Guerra Civil. En estos momentos se está terminando el estudio arqueológico que determinará el uso que se le dé a estos descubrimientos.
La Catedral de Santander, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, fue levantada en el siglo XIV y es uno de los monumento más antiguos de la Ciudad. Su arquitectura es de estilo gótico y su planta es de tres naves, siendo la central más ancha y alta que las laterales, separadas por pilares de gran altura. En su interior se guarda el sepulcro de Marcelino Menéndez Pelayo y destacan las ruinas romanas en la Cripta del Cristo, situada en los bajos y perteneciente a la etapa constructiva.
La Cripta del Cristo, situada bajo los suelos de la Catedral, confirma el pasado romano de Santander. Su construcción se realizó a lo largo del siglo XIII y es el monumento más antiguo de la Ciudad. Se encuentra situada sobre un promontorio que los romanos llamaron Summun Rostrum, lugar donde establecieron la ciudad de Portus Victoriae. Bajo la Cripta fueron encontradas en el siglo XVI las reliquias de San Emeterio y de San Celedonio, patrones de Santander. A lo largo de su historia ha sido reconstruida en numerosas ocasiones, sobretodo a raíz del incendio sufrido en el año 1941. Fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1931.
Hay muchas más cosas por ver, aquí solo os he puesto un poco para que tengáis ganas de visitarla, creedme merece la pena. Seguimos camino hacia Santoña,
Aunque hay testimonios de que ya había sido ocupada en el Paleolítico, la actual, se remonta directamente al Monasterio alto medieval de Santa María del Puerto, del que hoy queda la iglesia que lleva el mismo nombre, y que reune elementos románicos y góticos en su arquitectura, así como aportaciones góticas y flamencas en tallas y retablos. (Ver más información sobre el monasterio)
 
La importancia histórica de Santoña como plaza destacada para la defensa de la costa se demuestra con sus tres fortificaciones: el Fuerte de San Martín, al final del Paseo Marítimo. Se construyó a comienzos del S.XVII pero en los dos siglos posteriores sufrió sucesivas rehabilitaciones que transformaron el Fuerte de San Martín en una imponente fortificación. Con una superficie de 2.700 metros cuadrados actualmente tiene forma de herradura y está formado por dos órdenes de fuegos acasamatados, con una terraza superior donde también se colocaban cañones y obuses; el Fuerte de San Carlos, más próximo a la bocana de la bahía; Es el más antiguo de Santoña, fue construido con tierra y madera a principios del XVII, en un punto que ya antes servía de atalaya de vigilancia costera, a finales de ese mismo siglo la villa decidió sustituir esta mala batería por otra de piedra, que pasó a denominarse Fuerte de San Carlos en honor al monarca Carlos II.

Remodelado en los dos siglos siguientes, las obras que por mandato de Leopoldo O'Donell, se realizaron en la plaza fuerte de Santoña, le convirtió en un importante complejo defensivo de sillería dotado con un gran cuartel para la tropa, varios edificios para almacenes y polvorines, una pequeña plaza de armas y una batería acasamatada similar a la de San Martín, pero de un sólo piso.

Con sus 37 cañones era otro fuerte esencial para la defensa del puerto de Santoña. y el Fuerte del Mazo o "de Napoleón", El propio Napoleón dirigió la construcción del fuerte que lleva su nombre en 1812. Y domina todos los puntos al norte y oeste evitando cualquier ataque, ya sea mediante desembarco en la playa de Berria como a través de una invasión por tierra. El fuerte contaba con un cuartel para más de un centenar de soldados y con un almacén de repuestos. Su obra exigió un gran desembolso y supuso esfuerzos importantes, incluso se llegó a desmontar parte de la peña sobre la que se estaba levantando.

Además de los tres fuertes, Santoña tiene dos faros, el Faro del Pescador, junto a la Playa de Berria, y el Faro del Caballo, al cual se accede a través de casi 800 escalones de piedra.
Al estar rodeada de monte, marisma y ría, Santoña es prácticamente una isla en tierra firme. Esta característica geográfica ha servido para dotarla de una fuerte personalidad, apreciable en el carácter intenso de sus gentes y en el arraigo popular de sus tradiciones. 
Castro Urdiales - De Castro Vardulies a Flavióbriga, Cantabria Oriental
Acabaremos el recorrido en Castro Urdiales,  se encuentra más cercana a Bilbao (35 km) que a Santander (75 km). Ésta fue la primera población del Cantábrico en recibir el título de villa en 1163. Podemos contemplar en la foto, el conjunto monumental de Castro, donde aparece la iglesia, el castillo, faro y la ermita de Santa Ana, junto al puerto pesquero. Castro Urdiales proviene del antiguo Castro Vardulies, campamento de los várdulos. Este pueblo participó en la rebelión cántabra contra Roma. Posteriormente los Flavios, levantaron la colonia de Flavióbriga
 Castro Urdiales es un municipio de Cantabria. Forma un bello conjunto histórico artístico, donde destaca la colegiata de Santa María construida en estilo gótico, además de su faro que es de origen romano. Durante la Edad Media, Castro Urdiales fue incorporada al reino de Asturias y León. Formó parte de la organización marítima castellana de las Cuatro Villas, dependiente de Laredo, aunque siempre Castro estuvo vinculado a Vizcaya debido a su proximidad geográfica.
La villa ofrece además una edificación popular muy característica, con balconadas de madera orientadas a los jardines del paseo de Amestoy. El conjunto urbano de la puebla castreña tiene origen medieval y logró en 1978 el reconocimiento como Conjunto Histórico. Su patrimonio monumental está formado por la iglesia de Santa María, -la mejor obra gótica de Cantabria (construida entre los siglos XIII y XV)-, el castillo-faro que se ubica junto a ella y el bello puente medieval y la ermita de Santa Ana. El conjunto constituye la imagen más representativa y hermosa de la localidad, que en épocas más recientes se vio enriquecida con las obras de Eladio Laredo (prestigioso arquitecto castreño), entre las que sobresale el palacio Toki-Eder. Fue construido en 1901 por encargo de Luis de Ocharán. Es de estilo modernista clasicista a modo de villa italiana, siguiendo la corriente historicista de la época.
Castro Urdiales cuenta asimismo con testimonios de arte rupestre de incalculable valor, caso de la cueva de la Peña del Cuco. El yacimiento se encuentra en la costa, al oeste del núcleo de la villa, cercano la plaza de toros. La cueva prehistórica presenta grabados rupestres muy finos del Paleolítico superior (hace 12.000 años), que reproducen ciervos, caballos y cabras.

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Igualmente digno de mención es el yacimiento romano de Flavióbriga, que ocupa todo el subsuelo bajo la actual ciudad de Castro, a unos dos metros de profundidad. Y como punto final comentaremos que también tiene un Castillo de los Templarios, bueno más bien ya queda poco de él, apenas unas ruinas que van desapareciendo debido al paso del tiempo y la erosión. Al parecer este castillo, de roca, que controlaba la rasa costera, data del s.XIV y fue refugio de la Orden del Temple. Aunque hay dudas sobre su origen la relación que ha mantenido con el Priorato de Campijo, al estar enclavado en sus tierras, confirma esta teoría. Otra prueba de ello es que Campijo siempre perteneció a los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, refugio de los Caballeros Templarios, al desaparecer la polémica orden militar.

 

 


domingo, 20 de julio de 2014

Cantabria (1ra parte): seguimos por la Costa del Mar Cantábrico



Esta vez la ruta será por Cantabria, una comunidad autónoma pequeña, pero no por ello menos importante para visitar. Situada entre Asturias y País Vasco, cantabria se rebela como un pequeño paraíso que cuenta con más de 220 km de costa y más de 90 playas abiertas al mar cantábrico. Las hay para todos los gustos: grandes, pequeñas, urbanas, agrestes, recogidas, tranquilas, familiares… algunas de ellas a tan sólo 10 minutos del aeropuerto! 


La primera playa es la de Pechón o Amió Pechón, situada en la costa occidental de Cantabria, la más frecuentada de las cercanas a Pechón, localidad de la que dista menos de un km. Es en realidad unalengua de arena que se une con un pequeño islote durante la bajamar.

La siguiente playa de las muchas que tiene Cantabria es la Playa de San Vicente de La Barquera o Tostadero San Vicente de la Barquera,situada en la costa occidental de Cantabria, en la margen derecha de la ría de san Vicente de la Barquera. En esta localidad también podemos visitar la Playa de Merón o Sable de Merón, ésta playa tiene una longitud de 3500 metros con una arena blanca y muy fina. La Playa de Gerra es una playa muy popular entre los surfistas debido a las fuertes olas y vientos que la caracterizan, mide 900 metros.



San Vicente de la Barquera - Villa marinera de importante interés turístico

En la foto contemplamos una panorámica de San Vicente de la Barquera, al fondo vemos los Picos de Europa.  Este bello pueblo se sitúa en lo alto de un promontorio, rodeado por dos rías, la de San Vicente y la de Rabia y el Mar Cantábrico. Es uno de los municipios más importantes de la costa occidental de Cantabria. Gran parte de su término municipal pertenece al Parque Natural de Oyambre, se trata de un ecosistema litoral con dunas, playas y bosques. San Vicente de la Barquera posee un interesante conjunto artístico, presidido por la imponente iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, levantada en estilo gótico aunque empezó a construirse en el S. XII, en estilo románico. Esta iglesia formaba parte de la fortaleza medieval y de la muralla. Otros edificios de interés son el castillo, recientemente restaurado y el Hospital de Peregrinos. Recordemos que por San Vicente de la Barquera pasa el Camino de Santiago del Norte que va en paralelo a la costa. También son de notable interés el Puente de la Maza, construido en piedra en el S. XV, por él pasa hoy día la transitada carretera nacional 634, que une San Sebastián con Santiago de Compostela, y el Puente de Tras San Vicente levantado en el S. XVIII y con nueve ojos. San Vicente de la Barquera es un paraíso donde se combina montaña, río, mar, lago, arte cristiano y judío... Una de las ciudades más importantes del Cantábrico, por ella empiezan el nacimiento de numerosas rutas, como por ejemplo la que lleva a Potes pasando por el Desfiladero de la Hermida. En el S. XIII, Alfonso VIII la otorga el Fuero formando una de las cuatro villas cántabras dependientes del Bastón de Laredo, junto con Santillana, Santander y Castro Urdiales.

"Vista aerea Comillas" by Nacho Castejón Martínez - originally posted to Flickr as Comillas. Licensed under CC BY-SA 2.0 via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Vista_aerea_Comillas.jpg#/media/File:Vista_aerea_Comillas.jpg
Seguimos nuestro camino hacia Comillas, sin duda alguna, una de las localidades más hermosas y conocidas de Cantabria, un conjunto arquitectónico magnífico enmarcado por un entorno natural y paisajístico de excepción.
Emigrantes regresados de América, junto con el modernismo catalán, transformaron Comillas en el siglo XIX. Su arquitectura pintoresca, es buena muestra del neogótico, neoárabe, neomudejar… Un conjunto sobresaliente que destaca por su singular belleza.
Durante la edad Media, Comillas fue una pequeña población que vivía de su pequeño puerto pesquero y de su actividad agrícola y ganadera. Enclavada en el occidente de Cantabria pronto cayó bajo el poder de los Marqueses de Santillana, con los que la población local mantuvo numerosas tensiones. Su iglesia gótica, forma hoy parte del bello cementerio de la villa declarado Bien de Interés Cultural. 
A finales del siglo XIX, la historia de la población dio un giro importante, gracias a un ilustre personaje Don Antonio López López que tras emigrar a América y fundar importantes empresas navales y tabacaleras en la ciudad de Barcelona, comienza a realizar importantes inversiones en Comillas. Debido a sus aportaciones para la guerra de Cuba, el rey le otorga el título de Marqués de Comillas. A partir del siglo XIX, la prosperidad de Comillas va creciendo. Alfonso XII, invitado por el Marqués acostumbra ya a veranear en cuatro casas familiares acondicionadas para la corte. Este hecho provoca que gran cantidad de nobles y adinerados se asienten en la comarca. 
El Marqués comienza una gran actividad constructora en la finca de Sobrellano, comenzando las obras del panteon y del palacio que seran concluidas tras su muerte. Su hijo D. Claudio mantiene las buenas relaciones reales y gasta gran parte de su fortuna en colaboraciones y obras benéficas. El II marqués crea la Universidad Pontificia, aunque el edificio fue levantado por los Jesuitas Don Claudio se lo ofrece al Papa, otorgándole el titulo de Pontificia. A finales del XIX, Comillas es uno de los lugares, junto con Santander, de mayor prestigio estival del Cantábrico.


Sin duda, los más ilustres veraneos de Comillas fueron los llevados a cabo, en el siglo XIX por el rey Alfonso XII. Con el tiempo la más variopinta nobleza fue eligiendo la villa como lugar de reposo, atraída por sus maravillosas playas donde se practicaban los famosos baños de ola.
Playa de Comillas
"Capricho de Gaudí" by Ana maria cuevas - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 es via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Capricho_de_Gaud%C3%AD.jpg#/media/File:Capricho_de_Gaud%C3%AD.jpg
El capricho: Esta residencia de verano se construyo en 1883 por encargo de Máximo Díaz de Quijano, concuñado del Marques de Comillas y con la dirección del arquitecto Cascante Colom según plano de Gaudi. El capricho consta de semisótano, piso y buhardilla, con una torre lateral que resalta por su verticalidad en un conjunto marcadamente horizontal.

En la planta noble destacan un salón a doble altura, un comedor unas cuantas habitaciones, mientras que en el semisótano y en la buhardilla estaban la cocina la cochera y otros espacios para el servicio. Sobre un impresionante zócalo de piedra, las fachadas muestran la alternancia de franjas horizontales de ladrillo visto y frisos de cerámicas con los motivos vegetales de la flor y la hoja de girasol, presentes también en el friso superior, en la torre y en los testeros de las aperturas.



Encima del porche de entrada, formado por columnas robustas con curiosos capiteles ornados con representaciones naturalistas de hojas de palma y golondrinas se alza la torre mirador, en cuyo interior una escalera de caracol permite subir hasta la arte más alta, acabada en un templete. 


Tanto encima del porche como en la parte superior de la torre hay una barandilla circular de hierro con montantes que adoptan la forma de latigazo y tiene una decoración de hojas de parra. Otros elementos destacados son los balcones de hierro, que cuentan con unos bancos de listones de madera para sentarse y un baldaquino, también de hierro, y las ventanas de guillotina, que al abrirse o cerrarse, suenan con tonos diversos, gracias a unos contrapesos. 


El ayuntamiento nos propone un par de rutas por la ciudad muy interesantes  http://www.comillas.es/visitasobligadas.asp  si después de visitarla os apetece remojaros un poco, está la Playa de Comillas, de arena fina y suave pendiente, mide apenas un kilómetro, y hay un prquing de pago donde dejar el coche (unos 2 euros). Como en Comillas se han rodado muchas películas, han creado rutas por la ciudad para conocer los lugares de rodaje utilizados en películas como Primos, Al Ponerse el sol, Bolero, Fortunata y Jacinta, Fuga de Cerebros 2, y otras tantas.

http://www.viajarporcantabria.com/wp-content/uploads/2013/06/ruta_del_cine_comillas.jpg

Seguiremos por la carretera CA131 hasta Cobreces, su playa es una de las más frecuentadas de Cantabria al estar en la costa central. Ahora os propongo llegar por la misma carretera a un pueblo que siempre me ha encantado, Santillana del Mar, y que aunque se llame "del Mar", resulta que es un pueblo interior, no muy lejos de la costa, y donde lo que hay son grutas... sobre todo la más importante de todas, las Cuevas de Altamira, ahí es nada! Pero primero hablaremos de Santillana del Mar

"Plaza de la Colegiata" by José Luis Filpo Cabana - Own work. Licensed under CC BY 3.0 via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Plaza_de_la_Colegiata.jpg#/media/File:Plaza_de_la_Colegiata.jpgAquí os pongo un mapa con lo que hay que ver, pero yo os aconsejaría perderos en él, e ir descubriendo y disfrutando de uno de los pueblos más bonitos de España, y lo digo con conocimiento de causa. Pero por algún sitio hay que empezar y lo haremos por la Calle Santo Domingo, calle principal de la villa. Según vamos paseando por ella, podemos ir admirando sus casas señoriales y palacios. El primer monumento importante que nos encontramos es la Colegiata de Santa Juliana, en el centro de la villa. Construida en el Siglo XII sobre los restos de una antigua ermita, es de estilo románico (declarada Monumento Nacional en 1889). La villa de Santillana fue construyéndose alrededor de ella.



"Palacio Valdivielso S.XIII, H***Altamira" by Palacion - Own work. Licensed under CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Palacio_Valdivielso_S.XIII,_H***Altamira.jpg#/media/File:Palacio_Valdivielso_S.XIII,_H***Altamira.jpg
Si seguimos paseando, y nos encontraremos con numerosos palacios, como el de Velarde o Las Arenas. Construcción del siglo XV, época del transición entre el Gótico y el Renacimiento. El Palacio Valdivieso, de 1710. Actualmente es un hotel. Otros palacios y casas interesantes que nos encontraremos en nuestro recorrido son, el Palacio de Benjemís, sede de exposiciones, o las casas de los Villa, los Alonso o los Bustamente.   también son las torres: la Torre de Merino, donde se organizan exposiciones temporales, es del siglo XIV. O la Torre de don Borja, de finales del XV o comienzos del XVI. Se restauró en 1981 para albergar la Fundación Santillana. Antes de seguir con los museos, como el Museo El Solar, más conocido como el de La Inquisición o de la Tortura, donde encontramos numerosos instrumentos de tortura de los que utilizaban los inquisidores para combatir a los herejes. Y si nos ha dado hambre podemos hacer una parada en el camino y comernos un cocido montañés en uno de sus múltiples restaurantes. Para alojarse tenemos el Parador Nacional de Gil Blas, el Hotel Casa del Marqués (un 5 estrellas), o bien una posada como la Posada de la Abadía que pertenece a la Red de Posadas de Cantabria.


"Santillana, detalle" by FranchoBeltrán - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 es via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Santillana,_detalle.JPG#/media/File:Santillana,_detalle.JPG
Paseando por Santillana, podéis degustar la típica Quesada, una tarta de queso buenísima, o bien algún Sobao Pasiego, muy típico de toda Cantabria, o comprar las típicas anchoas, que tanto promociona el anterior presidente de la comunidad autónoma, el televisivo Miguel Angel Revilla. 

Si vais con niños, cerca está el Zoo de Santillana del Mar, es un zoo privado, pero las instalaciones y la manera que tienen de atender y cuidar a los animales es magnífica, está considerado por ADENA/WWF  como uno de los cuatro mejores del país, y crían en cautividad más de 40 especies en vías de extinción, si ya sé que los animales deberían estar en su hábitat natural, con los de su especie, pero reconozcámoslo, el peor enemigo de la naturaleza y de los animales suele ser el mismo hombre, así que yo veo bien que existan este tipo de zoos, siempre que sean educativos y nos sirvan para proteger lo que otros destruyen, si queréis conocer a sus habitantes y ayudar con la fundación: fotos de instagram.
Para los que les guste ir atrás, muy atrás en el tiempo, les recomiendo ir a la Cueva de Altamira, descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola  en 1879, está ubicada en el recinto del Museo de Altamira en una de las colinas que circundan el recogido y agradable valle que da cobijo a la villa de Santillana del Mar. Su descubrimiento suscitó una fuerte polémica entre los arqueólogos, ya que no creían que los hombres prehistóricos fueran capaces de hacer unas pinturas tan perfectas. La estancia principal, denominada sala de policromos, ha sido considerada como la “Capilla Sixtina del arte cuaternario”. En su techo se representan casi un centenar de animales y signos, destacando los 21 bisontes en distintas actitudes, acompañados de otros animales como ciervos, caballos, cabras, bóvidos, además de signos, manos y figuras humanas, a veces superpuestos, efectuados con técnicas diversas – grabado, silueteado, pintado, raspado y efectos de sombreado - que dan como resultado una composición de gran movimiento y belleza, única en el arte paleolítico. Su realización data de hace 14.000 años. El resto de la cueva (que tiene un desarrollo longitudinal de 270 m) contiene numerosos grabados, incluso más antiguos, y un importante yacimiento arqueológico en el vestíbulo.  La cueva de Altamira ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.  Las visitas son muy restringidas, es por ello que en el museo han hecho una reproducción exacta de la original, para así poder preservarla y seguir estudiándola. En este link tenéis las condiciones de acceso: 
http://museodealtamira.mcu.es/PreparaLaVisita/visitaLaCueva.html aquí os dejo una visita virtual por si os consuela el no poder verla en directo...

Hasta aquí la primera parte de Cantabria, más adelante seguiremos visitando la región...


 









 

martes, 15 de julio de 2014

Los castillos cátaros:

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En el blog de hoy hablaremos de la comunidad Cátara, o de los "Bons Hommes" que era como se les conocía por el Languedoc francés, e incluso por tierras catalanas. Este grupo bastante numeroso de mujeres y hombres, no hicieron otra cosa que seguir las enseñanzas del Maestro, en una época en que la religión cristiana, sufría una profunda crisis, tanto en las altas esferas religiosas de Roma, como en el pueblo llano. La religión cristiana se había desvirtuando en gran manera, por lo que estos cátaros, precisamente querían restituir al pensamiento religioso de la Edad Media. 

Su pensamiento se basa en los dos principios que existen entre el Cielo y la Tierra, el Bien y el Mal para ello debían practicar la Virtud, y la Piedad con el fin de ejercitar buenas obras por medio de la bondad, la verdad, los buenos pensamientos, y la tolerancia hacia el prójimo, requisitos estos imprescindibles, para obtener los “Inmortales Beneficios” tras estas prácticas indispensables, los cátaros salvaban el alma para la vida eterna. 

Pero he aquí el problema, tales doctrinas chocaban frontalmente con la ortodoxia del cristianismo, tan apegado a los bienes temporales o el poder de decisión sobre todas las gentes, reyes,  y gobernantes del estamento religioso; arraigando ya desde la época de Carlomagno, como poder teocrático hasta tiempos bien recientes. La vida de los cátaros era sencilla, sin bienes terrenales mas que los necesarios para la subsistencia; la oración y el trabajo, eran sus armas para poder llegar al final con absoluta paz, preparándose toda la vida para la muerte a la cual no temían; con este sencillo bagaje los cátaros podían redimirse accediendo así a la vida eterna, como felicidad que toda alma debía alcanzar.

En diversos burgos de Occitania, aparecieron en los momentos de máxima esplendor cátara, unas casas o residencias, para acoger a los creyentes que estaban de paso en sus largos viajes, pero que también disponían de habitantes estables. Eran las llamadas “casas cátaras”. No debemos imaginarnos en ningún momento estas residencias como una especie de convento o monasterio, al más puro estilo católico medieval y hasta cierto punto, oscurantista y cerrado en sí mismo. Las casas cátaras estaban abiertas y se convertían en un lugar de paso, como hostales. Sus habitantes regulares se dedicaban a algún tipo de oficio, de forma que la casa era también un taller de producción, muy habitualmente de tejedores, oficio muy arraigado entre la comunidad cátara, aunque también se crearon también tallares artesanales de todo tipo de objetos cotidianos. De esta manera, los habitantes mantenían también su propósito de vivir de su propio trabajo y no de las “aportaciones” impositivas como hacía el clero católico.

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Hubieron más casas femeninas que masculinas, ya que los buenos hombres acostumbraban a viajar más, mientras que las buenas mujeres eran más sedentarias, y por tanto, arraigaban mucho más en los núcleos habitados. Las casas femeninas acogían muy a menudo, mujeres jóvenes para aprender la doctrina cátara, mujeres que no disponían de recursos y eran ayudadas a mantenerse en el recinto, niños huérfanos… A todos ellos se les adoctrinaba en el catarismo, pero sin obligar ni coaccionar sus voluntades. Por otro lado, cada día se efectuaban en el interior de la casa los rituales del catarismo para afianzar la fe y mantener los vínculos de unión de la comunidad.
Los cátaros y su doctrina fueron en general bien acogidos, tanto por la nobleza como el pueblo llano, que veían en las formas de vida de los cátaros, un acercamiento espiritual hacia los primeros siglos del cristianismo, por la pureza de sus costumbres cátaras en comparación a la vida austera de los primitivos cristianos, admirando su pacifismo, su tolerancia y el trato hacia el prójimo, frente a las convulsiones de una época tan belicosa como fue la Edad Media.
Los cátaros no eran guerreros. La suya era una fe basada en una absoluta renovación moral: el mundo estaba dividido entre los dos principios fundamentales, el Bien y el Mal. Dios es el creador del espíritu; Satanás, de la materia. Los cátaros compartían pacíficamente sus tierras y sus vidas con los habitantes católicos de la región. ¿Por qué, pues, fueron sometidos a una persecución tan furiosa? Básicamente, podría decirse que la causa era que los “herejes” cátaros eran mucho mejores cristianos que los propios católicos.

El Cátaro imperfecto
Eran muy populares y también muy respetados por los habitantes de las poblaciones locales, que se convertían en multitudes simplemente por el ejemplo de la forma cátara de vida. Así que ya tenemos un par de motivos, resulta que los cátaros son mejores cristianos que los propios cristianos, y encima consiguen ampliar cuota de seguidores a costa de los "cristianos de pura cepa", es normal de que el Papa se pusiera de los nervios y quisiera borrarlos del mapa, pues las conversiones eran abundantes mientras que él iba perdiendo adeptos, y los consideraba “los apóstoles de Satanás”. Al extenderse y reforzarse cada vez el catarismo en el Languedoc, aumentaron las preocupaciones del Papa Inocencio III, que en esta herejía advertía una posible amenaza a la unidad cristiana. La muerte del legado papal Pierre de Castelnau, acaecida en 1208 en Saint-Guilles en circunstancias misteriosas, fue el pretexto para desencadenar la represión armada contra los herejes cátaros y todos aquellos que, por motivos religiosos o por intereses políticos, los apoyaban. La Inquisición tenía sus maneras para descubrir cátaros, todos aquellos que fueran delgados y pálidos, eran catalogados como tal (la razón, siempre estaban encerrados trabajando en sus talleres sin ver la luz del sol, y además sus dieta era muy frugal y vegetariana) otra manera de reconocerlos era si iban limpios pues esta comunidad tenía costumbre de lavarse cada día, algo inconcebible para la época, donde un caballero llevaba las mismas ropas durante toda una campaña bélica, el ir limpio era cosa de judíos y árabes.  Fueron largos años de lucha feroz, caracterizados por asedios y batallas, matanzas y represalias, masacres y torturas; largos años iluminados tan sólo por los oscuros resplandores de las hogueras en las que quemaban a los herejes. 

Montségur, Peyrepertuse, Quéribus, Carcasona, Termes, Puivert, Puilaurens… Los cátaros buscaron refugio en estas fortalezas, sufrieron y perecieron en ellas y, de un modo real o imaginario, sus espíritus aún rondan por allí. La mayoría de estos castillos son sólo ruinas, pero no cuesta imaginarlos en su papel de celosos guardianes celestiales de lo que ocurría en la tierra, y a los cátaros viviendo en ellos según sus estrictas normas, tocando el cielo con las manos y con los pies separados del suelo.
Los cátaros fueron borrados de la faz de la tierra hace unos setecientos años, más o menos. El último clérigo o perfecto cátaro, Guilhem Belibaste, consiguió escapar a Torroella de Montgrí, en Cataluña, donde vivió en compañía de una pequeña comunidad de creyentes exiliados, y más tarde se trasladó a Morella.

Después de toda esta perorata vayamos a lo que nos interesa, la visita de los diferentes lugares donde ocurrió toda la historia.
Si nos alojamos en Carcassonne, podemos ir haciendo excursiones a los diferentes puntos de la Ruta Cátara.  En este post nos fijaremos en los castillos del sur, los que estarían por debajo de Carcassona yendo hacia los Pirineos. Hay que tomar la carretera que nos lleve a Limoux de este pueblo quiero destacar el Carnaval de Limoux, pues es uno de los más largos que se celebran, del 6 de enero al 17 de marzo, los sábados y domingos y el Martes Grande, las arcadas de la Place de la Republique de Limoux resuenan con el sonido de la música tradicional precedida por las bandas del carnaval,  más que un desfile es una especie de danza, cuyas normas han pasado de padres a hijos durante los últimos 400 años. 

Las bandas de enmascarados se confunden entre la multitud, uniéndose a espectadores y músicos para ofrecer actuaciones improvisadas. Acompañado por varios músicos, una centena de "bandas", animan el Carnaval. De tres en tres, los miembros del grupo tienen el privilegio de dirigir la música. Entre los participantes están: el Pierrot, típico de Carnaval de Limoux, el goudil (del más noble al más normal, con un toque de parodia), y el dominó (negro, decorado con bandas satinadas con colores tornasolados).

CAMON - MIREPOIX - IGLESIA VALS: De vuelta al Medievo

De Limoux nos dirigiremos hacia Mirepoix, a través de la carretera D-626.
"De forma totalmente nítida divisé a mis pies, a más de mil metros de profundidad, la pequeña ciudad de Mirepoix. Sé que en tiempos anteriores a Cristo se llamó Beli Cartha. Significa ciudad luminosa, ya que Belis y Abellio, en enta región, fueron los nombres de esta divinidad.” Antes del cristianismo, Mirepoix se llamo Beli Cartha, es decir, Ciudad Luminosa. Concretamente fue fundada por los fenicios, que la denominaban Beli Cartha (Ciudad de la Luna). Fue la ciudad cátara por excelencia, la mayor parte de la población eran "bons hommes" que era como se les conocía. Según escritos de la época: Mirepoix es el centro de la herejía: todos los caballeros que participan de la vida de la villa son cátaros, empezando por su señor, Peire Roger. Beli es también el dios pirenaico Abellio, y este es, en palabras de Otto Rhan, uno de los avatares del Apolo luminoso. En esta tierra vivió Pierre Roger de Mirepoix, del linaje de los Belissen, ultimo defensor de Montsegur. Estamos pues en una plaza de primer orden de la iglesia catara.

Cincuenta años antes de que ardiera la pira de Montsegur, los enviados del papa ya tenían la convicción de que la nobleza de Mirepoix apoyaba -y no precisamente de forma velada- al catarismo. En 1206 tuvo lugar un concilio cátaro que reunió a varios cientos de -perfectos-; por entonces la nobleza caballeresca de la ciudad, empezando por sus mujeres, ya había recaído la iniciación catara. Esta nobleza aporto a la herejía no solo a sus mejores hombres y mujeres, sino además una riada de fondos que les permitieron abrir cierto numero de establecimientos en la villa.

Esta implantación hizo que cuando la ciudad se entrego a Montfort sin resistencia, la ocupación fuera tan fácil como ficticia. En 1223, poco antes de que entraran en la ciudad Raymond Roger de Foix y sus caballeros occitanos, los habitantes de Mirepoix se sublevaron y expulsaron a los francos. Las represalias que siguieron cuando la ciudad fue reconquistada por los señores del norte fue terrible. La ultima catara nacida en esta mirra fue condenada en 1318

La ciudad conserva casi intacto su aspecto medieval de finales del siglo XIII cuando fue reconstruida, pues la ciudad anterior resultó inundada por la crecida del río Hers. Se encuentra envuelta dentro de una muralla en la que se puede encontrar una magnífica puerta de entrada a la ciudad del siglo XIII. La gran plaza central (Place des Couverts popularmente) se encuentra rodeada por porches y soportales de madera tallados con esculturas y entramados, de los siglos XIII al XV. Los travesaños la antigua casa de los cónsules son los mejor conservados, observándose en la madera tallada cabezas de monstruos y humanas.

La catedral del románico tardío y gótico, fue consagrada a Saint Maurice en el siglo XIII. La nave central, de estilo gótico, es la más ancha entre las catedrales francesas góticas y una de las más amplias de Europa.  A mi me gustó mucho, parecía que por cualquier esquina iban a llegar los guardias del Cardenal Richelieu, persiguiendo a d'Artagnan, si, ya sé que no es el lugar, pero como decorado para películas de espadachines, duelos y persecuciones sería perfecta.

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Después de un buen "café au lait" acompañado de una maravillosa tarta, seguimos camino hacia Lavelanet, para llegar hasta Montségur. El pog de Montségur es un pico calcáreo coronado por las ruinas del castillo del mismo nombre, que con 1208 mt de altura, se encuentra en el corazón de los Pirineos del Ariège, en el macizo de Tabe. Tal vez sea el menos espectacular de los castillos de nuestra ruta, pero también es el más famoso debido a los trágicos acontecimientos de marzo de 1244. En la fortaleza se atrincheraron setecientas personas, entre las que había un grupo de 200 cátaros notables, que resistieron heroicamente el asedio de un ejército al mando de Raymond VII, conde de Tolouse, durante casi un año, y, una vez rendidos, ardieron en una inmensa pira en el Camp dels Cremats, situado a los pies del castillo. Su historia está tristemente marcada por la muerte de 225 cátaros, sacrificados en la hoguera, por no abjurar de su fe en el año 1244. Para llegar al castillo tenemos que hacerlo desde el Prat dels Cremats (Prado de los Quemados) donde una estela recuerda la tragedia. Su acceso es bastante duro, pero las vistas que se obtienen valen la pena el sufrimiento.

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montsegur
Cuentan las antiguas leyendas que Montségur fue construido por gigantes y que, desde épocas remotas, fue el punto de adoración al sol. Este curioso y científico hecho queda demostrado al exponer las características físicas de la fortaleza. Se trata de un conjunto en forma de pentágono irregular de 700 metros cuadrados. La puerta principal de acceso tiene 1.95 metros de ancho por 3.25 de alto (lo que no parece, a primera vista, muy adecuado para esta clase de construcciones). La longitud de la fachada principal (la del sudeste) es la del doble de la del torreón. Trazando una imaginaria diagonal desde éste, se va a parar al ángulo formado por la intersección de las fachadas este y norte. La fachada opuesta al frontispicio, está constituida por muros que forman un ángulo de 176 grados. Al proyectar el eje meridional del conjunto, se advierte que dicho eje lo daba, con extraordinaria precisión, una de las dos diagonales de la puerta principal un ángulo, con el insignificante error de 8 segundos, igual a la latitud de Montségur.

En el solsticio de primavera, se puede asistir al nacimiento del Sol. Sus primeros rayos penetran por una saetera y salen por la del lado opuesto atravesando el castillo. ¿Es simple casualidad o medió la arcana intención del constructor que la trazó desviada de su posición lógica que sería la estrictamente simétrica respecto al eje de la construcción? ¿Es el castillo un formulario secreto, inscrito en piedra, que transmite los misterios de sus constructores?. Según el estudioso F.Niel, Montségur fue reconstruido por los cátaros como templo solar o calendario y a ello se debe que las coordenadas de sus muros y saeteras se ordenen de forma peculiar, para que el edificio actúe como una especie de condensador de energías  telúricas que confluyen en aquella montaña, que ya era sagrada antes del cristianismo.


Este símbolo cristiano fue adoptado por las tierras occitanas de Languedoc y Provença, donde ya en muchas sepulturas pre-cristianas aparecía. La región de los cátaros, el Languedoc-Roussillon, adoptó para su bandera las cuatro barras catalanas y la Cruz d’Oc o Cruz Occitana. Los cátaros renunciaron a símbolos de idolatría pero esta cruz tiene una asociación con el mundo solar y con los doce símbolos del horóscopo occidental. Los Condes de Tolosa o Toulouse adoptaron este símbolo como parte de su escudo heráldico en el siglo XIII. Con el paso de los tiempos fue aceptado como símbolo heráldico-nobiliario. En 1211 los condes ya la llevaron durante la invasión francesa en sus territorios para acabar con el catarismo.



Los puntos mas notables de la edificación constituyen puntos de referencia que permiten la precisa observación de los ortos, no solo en los cuatro puntos del año (lo que permitió, sin duda, a sus últimos defensores celebrar la Bema), sino también el momento de la entrada del sol en cada sector zodiacal, lo que implica muy notables conocimientos astronómicos, y nos lleva a antiguos edificios poligonales, utilizados como observatorios, tanto en Europa como en Asia.”Así, en el solsticio de verano (21 de Junio), se puede observar en la repisa de una de las aspilleras de la fachada sudoeste del torreón, salir el sol por el hueco de la aspillera que tenemos enfrente, con desplazamiento de 10º a la derecha que corresponde exactamente al debido a la precisión de los equinoccios, en 720 años”.


Aparentemente, Montségur no parece diferente a otras fortalezas de la misma época y lugar . “Demasiado exiguo (en el asedio final se calcula que albergó a unas 1000 personas, con sus correspondientes víveres, armas, animales vivos, mobiliario, efectos personales, cacharros, cocinas, letrinas, leñeras, despensas, etc., que no se debían hallar muy a gusto en sólo 700 m2), escasamente acondicionado, muy poco confortable.     

Hacia 1204 la Iglesia catara asentada en esta zona, presintió que un gran peligro les acechaba. El Papa Inocencio-III acababa de nombrar al mando de su delegación en el Languedoc, a Arnau Amalric, abad de Cîteaux, al tiempo que solicitaba al rey de Francia, Felipe Augusto, que interviniera militarmente. Seiscientos Perfectos cátaros se reunieron en un Concilio en Mirepoix y pidieron al señor de Lavelanet, Raimundo de Péreille, que reconstruyera el Castillo.
Desde ese momento Montsegur fue frecuentado por muchos cátaros venidos de todas partes de forma que en 1232 se estableció allí “la cabeza y sede” de la iglesia cátara. Para asegurar su defensa, Pedro Roger de Mirepoix creó una guarnición de caballeros y escuderos, y de unos cincuenta hombres armados, todos acompañados de sus familias. Un total de quinientas personas que se establecieron en Montsegur (entre el castillo y el pueblo a sus pies) aunados por la creencia de los Perfectos.
El 20 de mayo de 1242 sucede un hecho que aceleró los acontecimientos. En Avignonet  resultan asesinados los inquisidores del Papa (recordemos que participaron los señores de Congost, del castillo de Puivert), lo que hizo que en el Concilio de Béziers del año siguiente, se encargara al senescal Hugo de Arcis la dirección militar del sitio de Montsegur y a Pedro Amiel, Arzobispo de Narbona, la dirección espiritual. Montsegur resistió hasta poco antes de la navidad de 1243, cuando un grupo de vascones escaló, de noche, el Roc de la Tour y los asediadores pudieron instalar allí sus trabucos.

En estos momentos, el Perfecto Pedro Bonnet y un creyente, abandonan el castillo con el tesoro de la iglesia cátara que, según se cuenta, escondieron en la spoulga fortificada de Bounan, una cueva de las inmediaciones.  La situación de los asediados era insostenible cuando el 2 de marzo de 1244 se vieron obligados a capitular. Montsegur había resistido un sitio de 10 meses.Al cabo de una tregua de 15 días, los cátaros que habían rechazado abjurar de su fe fueron condenados y, el 16 de marzo, más de 200 de ellos murieron en una hoguera que se había alzado al pie del pog (en el llamado “Prat dels cremats”, donde se alza una estela conmemorativa).  El día anterior a la hoguera, cuatro cátaros pudieron huir y llegar al Castillo de Usson, donde recuperaron el tesoro de la iglesia cátara. Luis-IX entregó Montsegur a Guy de Lévis y se convirtió en una fortaleza real. Estuvo habitado hasta el siglo XVI (gran parte de la geometría actual del castillo es de esta época) y después fue abandonado.

De Montsegur cogeremos de nuevo la carretera para llegar al siguiente castillo a visitar, y que es el Château de Puivert.
El Castillo de Puivert es uno de los mejores conservados.  Tiene unos 35 metros de altura, con seis torres de defensa que dominan el pueblo de Puivert instalado en una colina a 600 mt. de altura sobre un antiguo lago glaciar.  Su torre recién restaurada domina la llanura de Quercorb al norte, y vigila el inmenso patio del castillo que recuerda a los recintos de las justas y torneos. El salón de los músicos representa a los más famosos trovadores de los siglos XII al XIV. En 1170 se reunió en este pueblo la elite de los trovadores del País d’Oc. Con ocasión de este evento, Pere d’Auvernia compuso un famoso poema satírico occitano.
El castillo pasó a  manos de los señores de Congost (Bernat de Congost y su esposa Alpaïs), adeptos a la religión cátara, quienes tuvieron que refugiarse en Montsegur tras el asedio del castillo por las tropas de Simont de Monfort, en 1210, dirigidas por Pons de Bruyères, quien tomó el castillo. Los Señores de Congost murieron en Montsegur en 1232, pero sus sucesores participaron en la masacre de los inquisidores en Avignonet y defendieron Montsegur en 1244. Ya en 1310 Thomas de Bruyéres al contraer matrimonio con Isabelle de Melun reconstruye y amplia el castillo  tal y como puede verse hoy en día. Probablemente fue en memoria de esos trovadores que Thomas de Bruyères, dedicara los adornos de la habitación a los instrumentos musicales.
Photo Ph Dufour
Además en este Castillo se filmaron algunas de las escenas de la película “La Novena Puerta” (1999) de Roman Polanski, basada en la obra “El Club Dumas” de Pérez Reverte. Se tomó este castillo como la localización física en el mundo real del castillo que aparece dibujado en el Grabado nº 9 del libro de Aristide Torchia “De mbrarvmregninovemportis”. 


Al final el castillo cayó en manos de los cruzados tras tres días de asedio.En el pueblo de Puivert  se encuentra un famoso museo de usos y costumbres del país, así como un “Instrumentarium”, un museo de instrumentos musicales medievales reconstruidos a partir de los capiteles esculpidos en una de las salas del Castillo.

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Y seguimos con la visita, lo que viene a continuación es el reconstruido  Castillo de Puilaurens, es la fortaleza más meridional de Francia durante cuatro siglos, fue uno de los enclaves más importantes de la resistencia cátara. Durante el camino de subida, diferentes carteles nos informan de la flora local, haciendo más llevadero el camino de ascenso. Esta fortaleza se encuentra encaramada a un espolón rocoso que domina el valle del río Boulzane desde sus 697 metros de altura. Bloqueaba el acceso al Fenouillèdes y formaba parte de los llamados cinco hijos de la ciudad de Carcasona.
Fue reconstruido en 1310 tras la caída de los cátaros. Caracterizado por una hermosa muralla almenada interrumpida por torres redondas, el castillo de Puilaurens pertenecía a Chabert de Barbaira, un cátaro de sólidas convicciones religiosas, que lo defendió denodadamente hasta que le obligaron a capitular en 1256. El castillo desempeñó después una función de protección en los confines de Francia y España, y sufrió numerosas remodelaciones. Pero la fascinación de sus poderosas ruinas se mantiene intacta: se dice que merodea por él el fantasma de una Dama Blanca…

Nos acercamos a Quillan  este pueblo está situado en el centro de un circo inmenso, por lo que disfruta de un clima particularmente bueno. Es famoso por la fabricación de sombreros de fieltro, hecho que se anuncia por todas partes, con un inmenso sombrero presidiendo hasta los carteles publicitarios. Es un pueblo industrial, se ve muy grande, con fábricas y naves, y una estación con movimiento. Aquí lo interesante para mí, al menos, es llegar hasta Rennes-le-Chateau, para ello cogemos la D118 hacia Couiza, donde en un giro casi imposible, entramos en la D52 hacia Rennes-le-Chateau .  Aquí transcurre parte del libro de Dan Brown, el Código Da Vinci, y su misteriosa leyenda 

Rennes-le-Château
 
 

La iglesia es pequeñita, y lo que más sorprende es que dentro de la misma, en la puerta de entrada o de salida, según se mire, hay la figura de un demonio! En este blog está super bien explicado, os animo a leerlo: http://lamochiladelaura.wordpress.com/2013/05/01/rennes-le-chateau-parte-1/

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Después de Rennes-le-Chateau nos dirigimos hacia Cucugnan, allí primero nos desviaremos para ver el castillo de Peyrepertuse, para luego acercarnos al de Queribús.  El Castillo de Peyrepertuse , al que se llega tras cruzar las impresionantes Gargantas de Galamús , es posiblemente el más bello de todos los castillos cátaros. Casi inaccesible, a 800 metros de altura, Peyrepertuse es el baluarte feudal más vasto de toda la región y el que mejor se conserva. Se trata de una impresionante construcción militar del siglo XII, que se extiende a lo largo de 300 metros de cornisa rocosa. El acceso se realiza a través de un camino boscoso y, a menudo, el clima nos regala una niebla que hace la visita más especial, al final del cual hay unas escaleritas un poco empinadas. Al contrario de otras fortificaciones, no fue asediado, sino que prefirió rendirse al rey de Francia en 1240. Dentro de su doble cerco de murallas, el castillo de San Jordi parece casi una fortaleza dentro de otra fortaleza, con su increíble escalinata tallada en la roca, como suspendida en el vacío. Peyrepertuse se ve mejor desde abajo, desde el pueblo de Rouffiac-des-Corbières, pero hay que subir. Es una experiencia muy recomedable. Lo cierto es que cuando uno se encuentra allí dentro se pregunta qué clase de determinación hizo que esas gentes construyeran algo tan colosal a esta altitud. Penetrar en este silencioso mundo es algo difícil de olvidar.

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Sigamos hacia el siguiente y último castillo que se encuentra emplazado a 730 metros de altura, en el corazón de la Corbières, Quéribus parece una prolongación natural de la masa rocosa de la que emerge a viva fuerza con su imponente torreón. El interior no tiene desperdicio: ofrece la llamada “sala del pilar”, de estilo gótico. Es una maravilla. Último bastión de la resistencia cátara, Quéribus se rindió en el año 1255, once años después de que el legendario castillo de Montségur fuera conquistado. Acogió a gran número de cátaros tras la caída de Montségur.

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Queribus
La visión del  Castillo de Quéribus  impresiona, sin duda. Hay que subir una pequeña cuesta –no más de diez minutos- y de inmediato se encuentra uno en el interior de una inmensa e inquietante masa rocosa. Si el interior parece estar lleno de extraños fantasmas occitanos, cargado con una atmósfera misteriosa y espectral, la visión que se disfruta desde la parte más alta del mismo es de una belleza pasmosa. A tus pies se extienden las verdes y doradas llanuras del Rosellón. Más allá, a lo lejos, la superficie azul del Mediterráneo. También se contemplan, imponentes, las cumbres nevadas de los Pirineos. Hay un audiovisual muy logrado, que te enseña todo lo que se vivió en el castillo.
De regreso al pueblo de Cucugnan podemos ver que en la Iglesia de Cucugnan se guarda una imagen de la Virgen encinta, (la Wikipedia dice que cuenta con una exposición de vírgenes embarazadas ¡¡que cosas!!).  
Aún quedan castillos por ver, en el próximo post hablaremos de ellos, no vemos!