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sábado, 31 de mayo de 2014

La costa Cantábrica: Cudillero, Tazones, Lastres...playas, Carlos V, y restos de la prehistoria...



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En España, en la costa del Mar Cantábrico hay unos cuantos pueblos muy bonitos también a los que podemos acudir, si no podemos ir hasta "Cinque Terre" o la Costa Amalfitana, no son lo mismo, porque el lugar donde están tampoco es el Mediterráneo. 

Están en el Atlántico, un océano mucho mas grande y peligroso, concretamente en lo que conocemos como Mar Cantábrico, y que va desde la Coruña, pasando por Asturias, Cantabria, País Vasco, sigue por Bayona, en Fracia y continúa hacia el puerto de La Rochelle, Lorient acabando en Brest.


Este es un mar bravío, que forma hombres y mujeres fuertes y longevos, acostumbrados a bregar con la dureza de sus costas y del tiempo que suele hacer. Por esta zona de acantilados y grandes playas, playas para el surf o el wind surf, para el parapente o el ala delta, para grandes caminatas cuando baja la marea...ya que aquí las playas crecen o menguan según sube o baja la marea.

Aquí no hay problema para plantar la sombrilla en la arena, ni que te moleste el vecino de la toalla de al lado, hay suficiente espacio para todo el que va. A diferencia del Mediterráneo, y de sus gentes aquí cada uno tiene su espacio, e intenta no molestar al vecino...también hay que decir que el tiempo tampoco es como el de la costa mediterrránea, aquí que todo el día haga sol es un pelín dificil, puede comenzar el día medio nublado, pasar a hacer un sol brillante, volver a ver las nubes y que te pille el chaparrón o todo lo contrario...


Uno de los pueblos más fotografiados de la zona, e incluso del país está cerca del aeropuerto de Asturias, se trata de Cudillero  este pueblo fue poblado por los pixuetos, un pueblo de origen vikingo. 

Siempre ha sido una importante etapa del Camino de Santiago del Norte, en Soto de Luiña se conserva el antiguo hospital para peregrinos, y que hoy en día, lo ocupa la sede del Museo de Arte Sacro. Cudillero llegó a tener la flota más grande de Asturias y una de las más importantes del Cantábrico.
Pertenece a la Comarca Vaqueira, una de las más renombradas y extensas de Asturias. En bable o asturianu, Cudillero recibe el nombre de Cuideiru. El Bable es una lengua que deriva del astur-leonés, hablado en zonas de León, Zamora y Miranda do Douro, en Portugal. 

Cudillero se levantó en una ladera a modo de teatro Griego, entre dos colinas. Es una villa eminentemente marinera. Además, su puerto es el que cuenta con el mayor número de embarcaciones censadas de Asturias. Es un pueblo de gran tradición donde aún podemos ver como se extienden las redes por el puerto. Uno de los edificios más destacados es la iglesia parroquial de San Pedro, construida en el S. XVI. La iglesia se financió gracias al gremio de pescadores. 

La magia de descubrir esta población reside en caminar sin una ruta previamente establecida. El mero hecho de observar las pintorescas construcciones marineras y detener la vista en miradores como el de La Garita, La Atalaya, El Canto o El Pico ya vale la pena. La palabra Cudillero tiene su origen en una analogía orgánica, la del codo. En el siglo XIII se llamaba Codillero. 

La visión de este escenario ha merecido unas buenas secuencias cinematográficas. De esto se encargó el director Jose Luis Garci en su galardonada “Volver a empezar”, el primer Oscar del cine español.


Merecen una visita especial la Cofradía de pescadores y la capilla del Humilladero, uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Otra parada obligada es la plaza de la Marina, frente al puerto, en la que se puede degustar alguno de los productos del mar acompañado de una sidra, mientras se contemplan los barcos que regresan de faenar, el 29 de junio se celebran las fiestas de L’Amuravela. Una cita con la sorna asturiana. En ellas un pregonero hace una relación en pixueto (habla de Cudillero) de los acontecimientos del año en forma irónica y crítica. Como pueblo que se precie siempre ha existido una pequeña rivalidad entre los habitantes de los barrios altos y los más pegados al puerto. En el de Cai, en la zona alta, viven los caízos que tradicionalmente vivían de labores agrícolas. En la parte baja, Cuideiru, habitan los pixuetos preocupados por la pesca y últimamente por el turismo que acude a la villa para visitarla y para sentarse en la mesa de una terraza en la plaza del pueblo.  


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Destaca sobre todo 
la localidad de El Pito, donde se encuentra el Conjunto Palaciego Selgas, conocido popularmente como el Versalles asturiano. Al margen de una decoración de ensueño: tapices, relojes, mobiliario, dentro se descubre impresionante colección de obras de arte, con óleos de Tiziano, Goya y El Greco. También en El Pito está la Iglesia de Jesús Nazareno, del siglo XIX, que conserva en su cripta el altar prerrománico más antiguo de España (siglo VIII).


La Playa del Silencio es una playa de difícil acceso de cantos rodados y acantilados escarpados que la hacen única por su espectacular entorno. Se encuentra ubicada en el Concejo de Cudillero y muy próxima a la localidad de Castañeras. Para muchos es la playa más bonita del litoral asturiano, decisión difícil porque Asturias cuenta con unas magníficas playas.


La Playa de Torimbia (nudista) es una de las más bellas playas del litoral español. Se encuentra situada entre las localidades de Niembro y Barro, pertenecientes al Concejo de Llanes en Asturias. El municipio de Llanes es conocido como el de las cien playas, además de cantidad, poseen calidad. 


Vista de Tazones y el puerto pesquero en Asturias
Tazones

Para llegar tenemos que hacerlo desde Villaviciosa tomamos una carretera local pegada a la ría. Más adelante vemos desde las alturas la playa de Rodiles, admirable en proporciones y belleza. De ahí a Tazones descendemos continuamente por una vía asfaltada, con el suspense añadido de sus decenas de curvas en penumbra. 

La vegetación exhuberante parece que acabará cerrándonos el paso. Pero alcanzamos el nivel del mar de repente como quien descubre por sorpresa la antesala de una gran cueva, en este caso sin túneles de piedra, abierta a un horizonte azulado y paradisiaco con playa incluida. Tazones guarda la esencia de la aldea asturiana, pero en este caso de una aldea peculiar, con hórreos, pero abierta al mar, con aires de villa. 

Los recovecos de su fisonomía se parecen a los pliegues caprichosos de una red que descansa en el puerto y que ha atrapado a sus 300 habitantes. Por aquí y por allá encontramos líneas, pequeños caminos que se cruzan con otros en un laberinto amable de

calles empedradas y casas bajas. También hay caminos que no llevan a ningún sitio en particular, quizás a un promontorio inmejorable para disfrutar de la vista. Nos pongamos donde nos pongamos siempre descubrimos Tazones como un pueblo distinto, colorista, casi simétrico, con una caída suave hacia el mar.


La fama también le atribuye carácter regio. La realeza de Tazones le viene de herencia. Aquí se dice que desembarcó nada menos que Carlos V, dueño de un imperio inabarcable, en su primer viaje a España el 19 de septiembre de 1517. Imaginamos que su desembarco en Tazones fue como pisar un planeta minúsculo pero muy bello. Llegaba para hacerse cargo de su corona y en Tazones inició el descubrimiento de su reino ibérico, un reino que no tenía muy claro si apreciarían a su nuevo rey.

Esta es una de las muchas razones y méritos por las que el pueblo ostenta el título de Conjunto Histórico Artístico del Principado de Asturias. Ahora bien, hay gente que no cree que esto sea un dato histórico, sino algo más cercano a la leyenda, y una postura y otra resultan irreconciliables y suelen alimentar buenas discusiones. Pero sucediera o no, ha cobrado vida propia, ha dado lugar a una tradición festiva. Los vecinos conmemoran anualmente, cada 17 de agosto o día de “San Roquín”, esta fecha señalada con un desembarco simulado de Carlos V. 

Una escenificación que desde el principio ha atraído a miles de curiosos, así como a un buen dispositivo de prensa ante el carácter de autenticidad que suscita. Junto al personaje ilustre de Carlos V desfilan también, vestidos con trajes de época, numerosos vecinos, representando ser los miembros de su corte y sirvientes. El desembarco ficticio se realiza en el marco de las fiestas más importantes de Tazones, que durante los días 15, 16 y 17 de agosto rinden tributo a San Roque. La tradición manda sacar al santo en procesión por la mar, acompañado por los pescadores del pueblo con sus barcas engalanadas. Junto a San Roque se saca también en procesión a la Virgen del Carmen patrona de los marineros.

Entre las construcciones de mérito del pueblo sorprende -no tanto por su solera histórica sino por su inventiva- una casita cargada de conchas, atiborrada de motivos marineros, que ejemplifica a las claras el abrazo irrompible entre el pueblo y el mar, el tesón de una familia marinera enamorada del Cantábrico y los moluscos.

En los pedreros que circundan la villa descubrimos la primera historia de Tazones, su protohistoria. Nos topamos uno de los más importantes yacimientos de huellas de dinosaurios de toda Europa, una aportación generosa a la cada vez más popular costa jurásica asturiana. En las inmediaciones del faro local encontramos multitud de icnitas tridáctilas que se cruzan en varias direcciones y constituyen varios rastros, así como una huella de arrastre de cola. Por su parte, en la playa vemos otro panel explicativo que nos indica que a unos 120 metros de aquel podemos apreciar los rastros de estos monstruos del pasado. En el acantilado del extremo oeste de Tazones, pocos metros después de rebasar el espigón del puerto, se observa un magnífico ejemplo de falla vertical de composición jurásica. Unos pocos metros más adelante vemos huellas de raíces y paleosuelos. Para más información sobre el Jurásico en Asturias www.museojurasico.com


De vuelta a Villaviciosa en la misma carretera encontraremos una iglesia románica la de Santa Eulalia de Lloraza. En la actualidad Lloraza pertenece a la parroquia de San Félix de Oles. Este templo de pequeñas proporciones pero de gran elegancia fue erigido a mediados del S. XII como capilla de la leprosería de Santa Eulalia junto a la Ría de Villaviciosa. 

Esta ermita románica se encuentra en un llano sin vegetación, en un lugar muy castigado por los fuertes vientos del Cantábrico. Junto a la ermita se levantó en la época medieval un hospital dedicado a sanar a los leprosos. El hospital se dedicó a la Santa Eulalia, mártir emeritense que es la patrona de la diócesis, el culto a la santa adquirió un gran fervor en el primer cuarto del S. XII gracias al patrocinio del obispo Don Pelayo.

Villaviciosa es una importante población asturiana que prosperó junto a la ría que lleva el mismo nombre. Su origen es muy antiguo. En el siglo XV la villa fue devastada por un gran incendio, fue reconstruida con el apoyo económico de los Reyes Católicos y engalonada con Carlos V a raíz de su llegada al cercano puerto de Tazones. En Villaviciosa abundan las casas señoriales, entre sus edificios destaca la iglesia de Santa María de Oliva, data del S. XIII, junto al templo se encuentra el curioso monumento de la manzana, obra de Benlliure, que nos recuerda que la zona es una de las mayores productoras de sidra. En todo el concejo hay una gran cantidad de fábricas y algún lugar artesanal que se encarga de elaborar esta apreciada bebida. Lugares que se pueden visitar para ver como se produce y al mismo tiempo hacer unas catas.


Lastres es uno de los pueblos más bellos de Asturias, podemos observar en la fotografía como aparece suspendido ante el Mar Cantábrico. La pesca y el turismo son las dos principales actividades económicas de Lastres. Esta localidad fue declarada Conjunto Histórico Artístico en el año 1992. Una recomendación para el viajero es dar un paseo por las estrechas calles de los barrios del Reloj, la Fontana y el Piquero. 


Entre los monumentos más interesantes de esta villa marinera destacamos la Torre del Reloj, la iglesia de Santa María de Sabada y la Capilla de San Roque. 

Muy cerca de Lastres se encuentra el Mirador del Fito y la Cueva de Tito Bustillo que alberga uno de los principales conjuntos rupestres de Arte Paleolítico de todo el Mundo. En la actualidad Lastres tiene una población cercana a los 2.000 habitantes y es uno de los destinos turísticos más solicitados de la costa asturiana. Se encuentra muy bien comunicado con Oviedo y Gijón, las dos principales ciudades del Principado de Asturias. Para llegar a Lastres debemos tomar la carretera AS-257 que procede de la autovía A-8 y la N-632.

Ribadesella es una de las principales villas asturianas, situada en la desembocadura del río Sella y a los pies de la Sierra del Sueve. Esta elegante ciudad se fundó en el S. XIII, por el rey Alfonso X El Sabio. Ribadesella se ubicó en la margen derecha del estuario que forma el Sella. Su calle principal es la Gran Vía, arteria comercial y centro neurálgico de Ribadesella. Su ayuntamiento se ubicó en el Palacio de Cutre, y que no os confunda el nombre, pues se trata de una brillante obra renacentista del S. XVI. 

En la foto contemplamos una panorámica de la ciudad desde el Monte Corberu, el punto más alto de la villa. En este monte se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Guía. Desde el Monte Corberu podemos admirar la Ría del Sella y la fabulosa Playa de Santa Marina con su señorial paseo marítimo. Junto a la Playa de Santa Marina podemos ver los palacetes de indianos y las residencias aristocráticas. 



Y por último vamos a conocer las mejores playas de la costa asturiana, y lo digo con conocimiento de causa, pues las he recorrido casi todas en mi infancia, pues parte de mi familia es asturiana.
Una de las playas que más me han gustado ha sido la Playa de San Antolín, cerca del municipio de Posadas en Asturias. Es una playa en la que desemboca un río o arroyo, hace mucho tiempo en esta playa se podía acampar tranquilamente, os hablo de años, en la primera foto la vemos cuando la marea está alta, en la foto del inicio del post, cuando la marea baja (si, si es la misma playa)... esa arena, y esa playa no tiene nada que envidiar a otras muchas de lejanos países. Bueno, sí, la temperatura del agua, que suele ser fría, bastante fría sea cual sea la época del año. Igual ese es el motivo de que por estos lares la gente viva más años.

     
Llanes cuenta con un bonito casco histórico donde podemos disfrutar del Paseo de San Pedro o de la basílica tardorománica de Santa María del Concejo. Por aquí discurre el Camino de Santiago del Norte, en paralelo al Mar Cantábrico.
La Playa de Torimbia es un magnífico arenal de un kilómetro, esculpido por el Cantábrico, destaca la cuidada vegetación y la limpieza de sus aguas. En Torimbia se practica el naturismo, es la playa nudista más extensa de Asturias. 

El Concejo de Llanes tiene una costa que supera la treintena de kilómetros. En esta parte del litoral predomina la roca caliza, ésta ha sido modelada por el mar hasta formar atractivos acantilados y playas. Además de Torimbia, en la costa oriental de Asturias tenemos playas de gran belleza como Toranda, La Ballota Gulpiyuri. Esta es una zona donde se practican multitud de deportes como la pesca submarina, surf o parapente. 




Llanes es la zona que tiene más playas, casi una trentena, A lo largo de los 35 kilómetros costeros de Llanes, aguardan una inusual densidad de aldeas, y una arenosa rutina con calas estadísticamente probables cada mil metros.

En calas como la de Buelna, en la esquina más oriental de la costa llanisca, o la de “Gulpiyuri”, cercana a la céntrica aldea de Naves, el mar es casi un error. Esta última ha sido declarada monumento natural. Si el bañista acude en bajamar no encontrará más que un rastro de arena cercado por peñas. Pero sube la marea y por los resquicios de su cercado natural entra sigilosamente al agua hasta convertir el arenal en una piscina exótica en plena pradera.

Estas playas, son muy variadas, la longitud va de los 20 metros de la de Villanueva, hasta los 1200 de San Antolín. El gran grueso pueden llamarse calas estrictamente, y no superan los 150 metros de longitud, si bien nos las encontramos también mayores, como la de Vidiago de 200 metros, Toró: 220, Andrín: 240, Barro: 250 (una de las más concurridas en verano), Toranda (bandera azul europea): 300, Ballota: 350, Cue: 380, Palombina: 300, Borizu: 400, Torimbia (para los practicantes del nudismo, de extraordinaria belleza): 500, EL Portiello de San Martín: 750.
En su mayoría resultan rincones inolvidables, con escasas huellas de urbanización directa en la costa, playas de una estética casi virgen que desde aquí os invito a disfrutar con respeto y sentido ecológico.











viernes, 30 de mayo de 2014

Los inicios de la ciudad de la luz, del París romano al de la lejana Edad Media.

Realmente en Francia todos los caminos, todos, llevan hacia un mismo punto, a París, incluso en los puestos de frontera más lejanos de la capital, es imposible ignorar la señal indicativa de París. El centralismo francés está muy patente en toda su geografía. Ésta gran metrópolis europea, quizá sea la única ciudad cosmopolita del viejo continente, que ha cambiado a occidente a través de la Ilustración y de la Revolución Francesa.
París está dividida en 20 "arrondissements" o distritos, que a su vez están divididos cada uno en cuatro "quartiers" o barrios. Estos barrios tradicionales, también llamados "faubourgs", cuyos nombres legendarios no coinciden obligatoriamente con su designación oficial suelen proceder de los pueblos que fueron absorvidos por la ciudad (sería el caso de Montmartre, Chaîllot), de iglesias (Saint Germain-des-Prés), de edificios (Les Halles, Opéra) o de alguna característica especial (Quartier Latin). Faubourg significa literalmente "fuera de la ciudad", solían ser los arrabales que recibían el nombre del pueblo más cercano (así el Faubourg Montmartre era el arrabal más próximo al pueblo de Montmartre)
Para manejarse bien por la ciudad es necesario saber que los "arrondissements" están dispuestos en espiral, empezando por el Louvre, que sería el primero, y dando dos veces la vuelta al corazón histórico de París, partiendo de la Île-de-la-Cité hasta finalizar en la Place de la Nation,

Recordemos un poco su historia: 
1. Primera fortificación romana. 2. es la muralla de Felipe Augusto, entre 1180 y 1225, en el Marais hay restos, justo paralelo a la rue St. Paul. 3. es la muralla de Carlos V, del siglo XIV, se amplió la ciudad en la orilla derecha. Se puede ver parte de la base de la pared en el complejo que hay debajo del Louvre.  Las pequeñas colinas que hay aquí y allá cerca de esta muralla en realidad eran los antiguos basureros de la Edad Media, los habitantes de entonces tenían la costumbre de arrojar las basuras a la zanja exterior, cuando se tiraron las murallas, los montículos se mantuvieron, y se construyó encima de ellos. 4. Este muro corresponde al construido por Luis XIII en la década de 1630, la ciudad crece en la orilla derecha. A este muro lo llamaba el "mur des Fossés jaunes" (la pared de zanjas amarillas) porque estaba hecha de piedra caliza de color amarillento. Fue demolido 50 años después, ya que las autoridades creían que París estaba a salvo de ser invadida. 5. y 6.


A partir el 700,000 a.C. el hombre prehistórico, cazador y recolector ocupa la cuenca parisina. El crecimiento demográfico provoca serios conflictos territoriales entre las distintas tribus, lo cual obliga a las poblaciones establecidas a protegerse mediante empalizadas, taludes y fosos. En el Jardín del Carrusel, la Place du Châtelet y en la Puerta de Vitry se han encontrado huellas que dejaron a su paso. Durante la Edad de Bronce, el Sena se convierte en una importante vía comercial al formar parte de la ruta que transporta el estaño inglés hacia el Mediterráneo. Los Celtas se instalan en la pequeña isla que había en medio del Sena durante la segunda Edad del Hierro. A su poblado le llaman "Loukteih" (lugar del pantano) será habitado por la tribu de los Parisii. 

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En el año 52 a. C.  este pequeño pueblo bautizado como Lutetia, es ocupado por Labienus, lugarteniente de Julio César, tras la batalla de Lutecia, a la que le siguió la rendición del galo Vercingetorix. 
Los romanos empiezan a construir la zona a semejanza de las ciudades romanas, de piedra, con una cuadricula de calles pavimentadas, y fortificándola, puesto que se dan cuenta de la importancia estratégica que tiene gracias a su posición fluvial, vigilante y facilmente defendible. Los romanos construyen dos puentes que une la isla con las dos riberas de tierra firme, y bautizan a la ciudad como "Parisia". 
El gobernador romano se establece en lo que sería la Île-de-la-Cité, y la ciudad se desarrolla en el margen izquierdo del río, en las laderas del monte de Santa Genoveva, en cuya cima, se encuentra el foro romano y posteriormente se construirá el Palacio de las Termas. La orilla derecha, abandonada, no posee por entonces más que el Templo de Mercurio, construido en la colina de Montmartre. La ciudad romana ocupa ya 50 ha, y cuenta con 5,000 habitantes.
Los tres siglos de paz romana concluyen tras una serie de invasiones germánicas. Como Lutecia es continuamente saqueada sin piedad, sus habitantes se repliegan en la ciudad, que se fortifica a gran velocidad y toma el nombre de París hacia finales del siglo III. Para conocer la París romana en profundidad: click aquí 

El cristianismo llega en la segunda mitad del siglo III a través de Saint Denis, que será el primer obispo de la ciudad, pero que triunfará en el siglo V con Santa Genoveva, patrona de la ciudad, que logra milagrosamente que las hordas de Atila se retiren tras uno de sus continuos ataques.
En el siglo IX los normandos aparecen en escena han llegado por vía fluvial, invaden la región sucesivamente. Pero tan sólo una vez consiguen penetrar en el recinto urbano saqueándolo. Otra vez, la celestial protección de Santa Genoveva hace que la ciudad, gracias a su situación estratégica, resista los ataques, si a la santa le añadimos la inestimable contribución de las numerosas campanas que van sonando por los pueblos de los alrededores apenas se tiene conocimiento de que los invasores llegan a la región.
Tras derrotar a los alemanes en el este,  a los últimos romanos en el norte, y conquistar el oeste de Francia hasta los Pirineos, Clodoveo I, rey de los francos escoge la ciudad como capital de su reino.
la primera fortaleza del Louvre
Pasada esta etapa, Francia pasa a estar bajo la soberanía de Hugo Capeto, con él se inicia el renacimiento comercial de la ciudad en los siglos XI y XII, gracias al puerto fluvial y al pequeño mercado que cada vez es más activo. Pero es Felipe Augusto, el que le da forma pues es el creador de los mercados de París, el que manda pavimentar las calles, construir la fuentes, y emprende la construcción del Louvre, elevando las murallas de la ciudad. Al mismo tiempo el obispo Maurice de Sully inicia la construcción de la catedral.
Estamos ya en el siglo XIII, y París es una ciudad europea de primer orden, con cerca de 200.000 habitantes, y donde reina Luís XI. La ciudad es exclusivamente el recinto interior de la muralla edificad por su abuelo Felipe Augusto, donde coexisten grandes espacios vacíos dedicados al cultivo de hortalizas, legumbres y cereales, con edificaciones de diferentes tipos. Los parisinos van construyendo progresivamente hasta que se quedan sin espacio dentro de las murallas, a partir de este momento empiezan a construir en los extramuros. El mismo rey colabora en este desarrollo creando construcciones en los caminos que llevan a las puertas de la muralla, en ellas se establecen pequeñas comunidades, en las que predominan oficios de raíz meramente agrícola como vinateros, cosechadores, que poco a poco van desapareciendo en favor de trabajos artesanales o comerciales. De este crecimiento en forma de estrella (aprovechando las vías de salida de la ciudad) nacen los barrios de Saint Germain des Prés, Saint Marcel o Saint Martin des Champs. 
Durante este siglo XIII se crea una de las primeras universidades de Europa: la Sorbonne. Gracias a su facultad de teología, París se convierte en el centro cultural de la cristiandad, y fundamental para el desarrollo del pensamiento europeo de la Edad Media.
La tradición intelectual de la "rive gauche" viene porque en el siglo XII unos cuantos  maestros disidentes de la Cité se instalaron en esta zona por las imposiciones del canciller de Notre-Dame que vigilaba las enseñanzas, estas "imposiciones" incitaron a algunos maestros a instalarse fuera del alcance de su autoridad y a enseñar en las granjas de las montañas de Santa Genoveva. A partir de 1250, unas sesenta instituciones reciben a 700 "escholiers" dándoles cama, cubierto y "repeticiones". La institución más famosa es la que funda en 1257 Robert de Sorbon.http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b8/La_place_et_la_chapelle_de_la_Sorbonne,_par_Victor_Jean_Nicolle_(1754-1826).jpeg

Durante este siglo la mayor parte de la población está formada por numerosos emigrantes que llegan desde las provincias. Obligados desde los 12 años a ganarse el pan, llegan con la esperanza de sobrevivir en la villa trabajando, o enrolándose en las famosas cruzadas (pero cuando ésto no es posible no tienen más remedio que unirse a bandas de jóvenes delincuentes o vagabundos de vida irregular que deambulan por la ciudad. En lo alto de la pirámide social se encuentra una burguesía que vive en confortables villas en el centro de los mal llamados "feudos", pues éstos son zonas determinadas de la ciudad, cuya propiedad pertenece en exclusiva a una sola familia, y donde suelen residir con sus empleados.
 Esta nueva élite burguesa se convierten en pequeños "reyezuelos urbanos" alrededor de los cuales trabajan el mayor número de los que viven en "su" barrio. Por debajo de estos burgueses están los artesanos, que también emplean a un buen numero de ayudantes y aprendices, por último están los jornaleros y la mano de obra de los anteriores, que suelen vivir muy precariamente teniendo una alta tasa de mortalidad. 
San Luis IX de Francia Biografia, Imagenes, Historia, Rey, VidaMientras así se dividía la sociedad parisina, San Luís, (el rey Luís IX), buscó siempre la felicidad de su pueblo y sobre todo de los más humildes, poco le importaba el reconocimiento de los poderosos: burgueses, nobleza y clero. Como consecuencia de ello éstos últimos pusieron en duda la posible "santidad" del rey. El monarca no sólo buscaba asegurar la igualdad de los derechos de todos sus súbditos, sino que procuró que esta igualdad viniera dada por un trabajo adecuado que permitiera a todos ser autosuficientes. Par evitar los abusos, prohibió la posesión de más de tres talleres. Favoreció a los más humildes dando asistencia médica a los enfermos en los hospitales, a los ancianos y a las prostitutas, que serán acogidas por las llamadas "Hijas de Dios", y para los niños pobres o huerfanos crea un buen número de colegios reales. Su mayor deseo siempre fue que la ciudad fuera un rincón acogedor y hospitalario, en el que viviendo todos se dejase vivir.
La lejana Edad Media es una época de grandes movimientos políticos y dinásticos, de luchas constantes bajo el azote de la peste, pero también de prosperidad en todos los sentidos. Ello permite que la capital llegue a los años del Renacimiento con una vitalidad nueva, con un comercio brillante y una burguesía que empieza a pesar en la historia.

domingo, 25 de mayo de 2014

Del Madrid medieval al Madrid de los Austrias...breve historia de la Plaza Mayor.

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bb/Plaza_Mayor_de_Madrid_02.jpg 



De aquel Madrid inicial de los Austrias que pugnaba por salir del recinto enmurallado, nos queda el recuerdo de 5 puertas de las que sólo conocemos el lugar: la de Guadalajara, al comienzo de la Calle Mayor, la de Segovia, que daba al río, la de los Moros, que estaba cerca de la calle de Don Pedro, la de Balmadeo al lado del actual Convento de la Encarnación y por último la de la Puerta Cerrada, justo en la plaza que lleva su nombre en la frontera entre el señorial barrio de los Austrias y el de la Latina.
Nuestro recorrido comienza en la Plaza Mayor, que lleva ese nombre desde principios del siglo XVI. Juan de Herrera fue el encargado de hacer el proyecto de remodelación de la antigua plaza del Arrabal, llamada así por estar fuera de la ciudad, por la mísera cifra de 900,000 ducados, y su construcción no comenzó hasta el 1617, bajo la dirección de Juan Gómez de Mora y por orden de Felipe III.
El 15 de mayo de 1620, poco después de reconstruida la plaza, se celebró la beatificación de San Isidro, con procesiones, danzas, bailes de máscaras, fuegos y encamisadas, la fiesta duró seis días, armándose en medio de la plaza un castillo de fuegos artificiales que se quemó por descuido.
La tradición nos cuenta que en la Pradera de San Isidro, a orillas del río Manzanares, viviera el santo con su esposa, Santa María de la Cabeza, cuidando de las tierras de un rico hacendado. Parece ser que para que el santo pudiera orar, los ángeles bajaban para arar los campos. Así le ayudaban a no descuidar sus obligaciones terrenales en pos de las celestiales. También se asegura que cerca de la casa y por intercesión del santo labrador brotó una fuente de aguas con propiedades curativas contra las calenturas. Tanta fue su fama que el mismo rey Felipe III las probó y según se cuenta con un éxito total.
http://www.memoriademadrid.es/imagen.php?w=1&i=/OTROS/Imp_10254_mh_4003.jpgLa planta de la plaza es rectangular y está recorrida por soportales. Herrera había diseñado la plaza con el fin de dotar a la villa -que había experimentado con su reciente nombramiento como capital un crecimiento extraordinario- de un escenario adecuado para los acontecimientos sociales en los que coincidían el pueblo y la corte: autos de fe, bailes, ejecuciones... Bajos las arcadas abundaban las tiendas dedicadas a paños, bisutería, tabernas, pastelerías... aún quedan en ella algunos comercios singulares.

De entre los acontecimientos históricos que se vivieron en la plaza, cabe destacar los numerosos autos de fe que se celebraban como el del 21 de enero de 1624, que se celebró para juzgar a Benito Ferrer, sentenciado por fingirse sacerdote, a ser quemado vivo en el brasero que se formó en las afueras de la Puerta de Alcalá. A esta "ceremonia" asistieron los consejos y autoridades, con todo el séquito de costumbre, los familiares de la Inquisición y las comunidades religiosas. Otro auto de fe se celebró en 4 de julio del 1632 para juzgar a 33 reos por delito de herejía, a éste asistieron la Santa Inquisición de Toledo, la Suprema, los Consejos de Castilla, Aragón, Italia, Portugal, Flandes y las Indias. Incluso estuvo presente el rey, que junto con su familia lo presenciaron desde el balcón séptimo del ángulo de la plaza que da a la Cava de San Miguel. Pero el más horrible de todos sucedió el 30 de junio de 1680, el espectáculo fue dantesco y largo, ya que duró de las siete de la mañana  hasta bien entrada la noche, en el cual perecieron 80 reos, de éstos a 21 los quemaron vivos...vamos, que la Inquisición de "santa" no tenía nada...

Debido a los primeros incendios que alarmaron  tanto a la población madrileña, llevaron al Consejo de la Villa a redactar el 9 de julio de 1577 el primer acuerdo sobre fuegos, haciéndose imprescindible reunir a un grupo de hombres, dotados del material necesario para socorrer a la capital en los casos de incendios. 
http://www.memoriademadrid.es/imagen.php?w=1&i=/OTROS/Imp_10231_mh_2482.jpgEntre otros materiales se compraron aguatochos o jeringas grandes, 24 cubetas de cuero, 6 garfios con picas largas, 12 palanquillas de hierro, 12 azadones de monte, 12 piquetas, 6 maromas delgadas, 2 escaleras largas y 6 carros cubas de agua para que los carpinteros, oficiales de obras y alarifes acudieran a los fuegos cuando se les diera la orden por medio de las campanadas de las iglesias.
La Plaza mayor también sufrió en sus edificios el paso del fuego, el 7 de junio de 1631, estalló en el edificio de la Carnecería un horroroso incendio que duró tres días y donde murieron 13 personas y se quemaron unas cincuenta casas, a pesar de todos los socorros humanos y divinos pues se sacaron todos los santos y vírgenes disponibles de las parroquias cercanas, se levantaron altares en los balcones y se decían misas continuamente, desapareció convertido en cenizas todo el lado sur. Cuarenta años después, otro pavoroso incendio volvió a asolar la plaza. Esta vez fue en el otro lado, debido a ello el Padre Nithard acometió la reedificación de la plaza y mandó construir de nuevo la Casa de la Panadería, sobre el antiguo pórtico.
El 16 de agosto, a las once de la noche, se originó un incendio entre el Arco de Cuchilleros y el Arco de Toledo. El fuego permaneció vivo durante nueve días y aunque asistieron más de mil hombres, las bombas, aguatochos y más de 750 cubos y espuertas, resultó imposible evitar que desapareciera la plaza en un tercio de su perímetro.
Durante esos días se gastó en extinguir el incendio más de medio millón de reales y se repartieron más de 46.000 raciones de pan y queso para los que trabajaron sin descanso en uno de los mayores incendios que ha sufrido nuestra ciudad.
El rey Carlos IV puso a disposición de los 1302 madrileños afectados un millón de reales de su real erario. 
En la plaza se han realizado numerosas canonizaciones, a parte de la de San Isidro, tenemos la de San Ignacio de Loyola, la de San Francisco Javier, la de Santa Teresa de Jesús y la de San Felipe Neri, para ello usaban altares portátiles, se hacían procesiones, máscaras, luminarias junto con timbales y trompetas, incluso una comedia de Lope de Vega se representó en la misma plaza, todo el mismo día el 19 de junio de 1622. 
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Carlos I de Inglaterra
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doña María de Austria
Cuando había que coronar al nuevo rey o celebrar sus defunciones, o bien recibir a otros monarcas el lugar elegido era el mismo que para los autos de fe, es decir la Plaza Mayor. Ese fue el caso de la visita del Príncipe de Gales (el que sería después Carlos I de Inglaterra), que se alojó en la Casa de las Siete Chimeneas. A principios de marzo de 1623 Carlos Estuardo, Príncipe de Gales y único hijo varón vivo de Jacobo I de Inglaterra se plantaba delante de las puertas de la residencia del embajador inglés en Madrid después de haber atravesado media Europa a caballo, de incógnito y con la única compañía de dos fieles servidores y del futuro Duque de Buckingham, que, aparte de ser amigo personal suyo, también disfrutaba de la condición de favorito (o valido) de su padre. A pesar de los peligros y dificultades que una aventura de este calibre suponía, el joven príncipe convenció a su padre, aunque con mucha dificultad, para que le dejara marchar. Estaba convencido de que con su presencia en Madrid forzaría a los españoles a cerrar de una vez por todas las negociaciones de matrimonio que las coronas de España e Inglaterra habían estado manteniendo, con más o menos altibajos, desde, al menos, 1611. Sin embargo, a pesar de que el Príncipe de Gales permaneció en Madrid aproximadamente seis meses, las negociaciones acabarían con un rotundo fracaso y Carlos finalmente se vería obligado a volverse a Inglaterra  sin esposa ( la infanta doña María) y profundamente herido en su orgullo. Para honrar al visitante se celebraron varias procesiones de Semana Santa con todas las congregaciones religiosas de la ciudad, todos en silencio y contemplación iban desfilando por las callejas de los alrededores con Cristos en las manos, cruces, calaveras y sacos de silicio, con coronas de espinas y los cuerpos ensangrentados... no me extraña que no hubiera intención de boda por parte del inglés, cualquiera habría salido corriendo... encima, el rey anfitrión que por aquel entonces contaba con 18 años (y era amigo de fiestas y aventuras) también dispuso una fiesta de toros para obsequiar a su invitado.
Como el posible noviazgo de la infanta se frustró, seis años después, el 12 de octubre de 1629 volvió ha haber toros y cañas para festejar el casamiento (esta vez sí) de la antigua prometida del Príncipe de Gales, doña María, con el rey de Hungría. Para la fiestecita se gastaron doce millones de reales y las fiestas duraron cuarenta y dos días, eso sí que es una celebración...
Pasaron los años y en 1700 fue proclamado en la plaza un nuevo rey, esta vez de la casa de Borbón, don Felipe V,  (el "Animoso") que  heredó el trono español del último descendiente de la casa de Austria en España, Carlos II,  (el "hechizado") que murió sin descendencia directa. Este rey le nombró heredero y a su muerte en 1700, el duque de Anjou subía al trono con el nombre de Felipe V.
Durante su reinado la plaza se convirtió en un mercado público con puestos para la venta de comestibles,  que se sacaban cuando era necesaria utilizar la plaza par algún acto solemne, como sería el caso para la proclamación de Fernando VI,  (el "Prudente") o a la entrada de Carlos III (el mejor alcalde de Madrid) y después Carlos IV. (el "cazador").
Cuando Carlos III, virrey de Nápoles, pasó a ocupar el trono español, se trajo consigo a don Leopoldo de Gregorio, Marqués de Esquilache, que pronto fue nombrado ministro de Hacienda.  El ministro tomó unas medidas económicas muy drásticas que supusieron una subida del coste de la vida importante, si le añadimos envidias y resquemores, se puede decir que no gozaba del favor del pueblo.

La revuelta de la capa larga y el chambergo

Así llegó el 22 de enero de 1766 y se publicó la Real Orden (promovida por el marqués) que prohibía a los funcionarios el uso de la capa larga y el chambergo, (hay que decir que Madrid era una ciudad con un alto índice de delincuencia, la impunidad de los ladrones y asesinos se veía favorecida por el uso de la capa larga y el sombrero de ala ancha y caída que permitía el anonimato) por ello se obligó a que estas vestimentas se debían cambiar por el sobrero de tres picos, que dejaba la cara descubierta y la capa corta, para que se pudiera ver la espada por debajo de ella, además de seguir la moda europea. Para ello, el gobierno contrató sastres que protegidos por la guardia, se encargaban de recortar capas y recoser sombreros a las personas que entraban y salían de los edificios públicos y que aún no habían acatado la orden. Los madrileños cumplieron el bando a regañadientes, pero el 10 de marzo se publicó otro bando en el que se hacia extensiva la prohibición a todos lo ciudadanos. El cabreo monumental de la gente hizo que se arrancaran los pasquines y fueran cambiados por otros que incitaran a la revuelta, que se conocería como el Motín de Esquilache, hay que decir que el ambiente estaba muy caldeado e instigado por motivos políticos. El día 23, Domingo de Ramos, en la Plazuela de Antón Martín, se colocaron un par de individuos ataviados con dos largas capas y sombreros redondos. Los soldados intentaron detenerlos por contravenir la ley, pero ante el vocerío de las calles contiguas surgieron más de una treintena de individuos que desarmaron a los soldados, e iniciaron la marcha por la calle de Atocha, gritando "¡Viva el Rey!¡Muera Esquilache!. En cuadrillas se desparramaron por la ciudad, llegando a asaltar la casa del marqués, que era la famosa casa de las Siete Chimeneas en la calle de las Infantas.  El motín duró varios días y el balance de muertos fue trágico, los palacios fueron asaltados, se profanaron templos...El rey se encolerizó y se fue a vivir al Palacio de la Granja, amenazando con trasladar la corte. Pero lo que más le molestó al rey no fue el motín en si, sino la coplilla que se cantaba:

motin esquilache          
           "Yo, el gran Leopoldo primero
            marqués de Esquilache augusto,
            rijo la España a mi gusto,
            y mando a Carlos tercero.
            Hago en los dos lo que quiero,
            nadie consulto ni informo,
            a capricho hago y reformo,
            a los pueblos aniquilo,
            y el buen Carlos, mi pupilo,
            dice a todo: ¡Me conformo!"

Al final el pueblo consiguió lo que quería, Esquilache desterrado, que los precios bajaran, que el ejército Valón se fuera, que los minstros del rey fueran españoles y que el rey se asomara al ablcón para ratificar y aceptar todas sus peticiones. El pueblo ganó el pulso a la corona, pero ésta utilizó el motín para inculpar a la orden jesuita de todos los altercados que sucedieron y expulsarlos del país. Poco después el Conde de Aranda consiguió imponer la nueva moda de la capa corta y el sombrero de tres picos, sin la menor violencia, tan sólo con psicología inversa. Primero fueron los nobles los que lo acataron, luego los gremios, y por último la plebe. Qué cómo lo hizo, pues ordenó que obligatoriamente usaran la capa larga los verdugos y sus ayudantes para ejercer sus macabras tareas.
A principios del siglo XIX, en 1813 concretamente se levantaron arcos triunfales para recibir a las tropas anglo-hispano-portuguesas al mando del duque de Wellington. Ese mismo año, el 15 de agosto se proclamó la Constitución de la Monarquía Española (la "Pepa"), promulgada en Cádiz y se descubrió sobre el balcón de la casa de la Panadería una lápida con la inscripción " Plaza de la Constitución", lápida que a lo largo de los años de 1820 a 1874 iría cambiando su dedicatoria, de este modo se llamó Plaza Real, Plaza Constitucional, Plaza de la República... dependiendo siempre de quienes eran los que estaban en el gobierno.

Si queréis ver como ha ido cambiando la plaza a lo largo del tiempo... clicar en el enlace. En un próximo post hablaremos de los edificios más destacados de la plaza, nos vemos!

sábado, 24 de mayo de 2014

Costa Amalfitana (III): Furore, Amalfi, Ravello y Minori

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Desde la Conca dei Marini donde está el restaurante La Tonnarella, a pie de playa y donde se comparte mesa para comer lo que se ha pescado en el día, (para ello hay que ir temprano). Seguiremos camino hacia Amalfi, pero antes podemos desviarnos hacia Furore

Furore, es el pueblo más escondido de Italia. Hubo una tiempo en que los viajeros simplemente pasaban por la carretera y apreciaban su belleza sin poder acceder hasta allí con facilidad. Hasta que un concejal se decidió a darle más notoriedad. Cada septiembre llegan artistas de todo el mundo convocados al Festival donde se crean hermosos murales que luego forman parte de los edificios del pueblo, lo cual ha hecho que de ser un pueblo “que no existía” ahora todos lo conozcan como ‘il Paese Dipinto’ (la villa pintada).


Con apenas 800 habitantes, la principal atracción es el Fiordo, donde se agrupan un puñado de casas de pescadores que quedan colgando de la roca. También es esta la parte más antigua de Furore y la más impresionante. A las casas se las conoce como monazzeni, que literalmente significan: vivir en soledad, apenas hay unas cuantas. 

La verdad es que parece extraño que en plena costa mediterránea haya un fiordo. Cada primer domingo de Julio, se celebra en el puente sobre el fiordo, y que tiene 30 metros, el campeonato mundial de saltos el conocido Mar Meeting.

En Furore Roberto Rossellini rodó la segunda parte de la película "Amore" con Anna Magnani, y tuvieron una pequeña historia alojados en la Villa della Storta. Poco después Rossellini volvió con Ingrid Bergman, y ya no se separó de ella.

Llegamos a Amalfi que supo ser la capital de una república medieval más que influyente en la historia, y fue golpeada por un terrible terremoto que destruyó la ciudad y diezmó a toda su población en el siglo XIV. Pero hoy es una ciudad de hermosas y pequeñas playas y piazzas. La principal atracción de Amalfi son su Piazza del Duomo, su catedral, las compras en Via Lorenzo d’Amalfi, sus calles y todos esos momentos de fiesta y de relajación en alguna trattoria junto a las deslumbrantes vistas del mar. En la Piazza del Duomo, encontramos la Cattedrale di Sant'Andrea, es un pastiche de estilos, que fue construida en el siglo X, está formada por mampostería siciliana y árabe-normanda, el campanario data del 1200, sus enormes puertas son de bronce de Siria, su interior es barroco y tiene unos mosaicos que datan de los siglos XIII y XIV. Junto a la catedral encontramos los Claustros del Paraiso, construidos en el siglo XIII para que los ciudadanos más importantes fueran enterrados en ellos. Los arcos árabes se encuentran sobre columnas de mármol que recorren todo el perímetro del jardín. Desde aquí se tiene acceso a la Basílica del Crocefisso, con una colección de objetos religiosos y frescos del siglo XIV, en la cripta de debajo de la basílica está el cuerpo de Sant'Andrea. En el Museo Cívico, muy pequeño por cierto, cuenta con la Tavole Amalfitane, una versión del código marítimo, con documentos de gran valor.




La figura principal de Piazza del Duomo es la Cattedrale di Sant’Andrea, un pastiche de estilos, que fue construida en el siglo X, y se encuentra compuesta por mampostería siciliana y , y un campanario que data del 1200; también enormes puertas de bronce de Siria, el interior barroco y mosaicos que datan de los años 1200s a 1300s.
Junto a la Catedral se encuentran los Claustros del Paraíso, construidos en el siglo XIII para que los ciudadanos más importantes de allí fuesen enterrados en ellos. Los arcos árabes se encuentran sobre columnas de mármol que recorren todo el perímetro del jardín. Desde allí se tiene acceso a la Basílica del Crocefisso, con su colección de elementos religiosos y frescos de los años 1300s. 

La cripta debajo de la basílica guarda el cuerpo de Sant’Andrea. Aquí se encuentra la papelera más antigua de Europa, ahora ocupada por el Museo della Carta, y guarda las presas de papel originales y que todavía funcionan. En el Arsenale se construían los barcos de la República Amalfitana actualmente es un centro donde se realizan exhibiciones. La única playa de Amalfi es la Spiaggia Grande, con unos 150 metros aproximadamente.

Otro lugar para darse un baño sería cerca del Corso delle Repubbliche Marinare o bien alquilar un bote que vaya por el Lugomare dei Cavalieri hasta encontrar alguna cala donde disfrutar de un buen chapuzón. Y ahora llegamos a nuestra última etapa, Ravello.



Lo que maravilla de la costa Amalfitana es su dualismo, cuando se pone el sol y las estrellas empiezan a destacar brillantes y claras, te embarga una sensación de irresistible sensualidad, tanto es así que no es de extrañar que los emperadores Augusto y Tiberio escogieran las inmediaciones de Ravello para pasar sus vacaciones, y si ya desde los romanos las vacaciones existían, pero sólo para algunos, antes de optar por la cercana isla de Capri. 

Según el historiador Suetonio, a Tiberio le encantaba nadar en círculos mientras que chicos y chicas adolescentes remaban a su lado o le masajeaban las piernas. Se encuentra a 400 metros sobre el nivel del mar, y muchas de sus casa están construidas en las colinas, salpicadas por barrancos que esconden calas secretas e intimas, y que eran utilizadas por los piratas que hacían contrabando con las sedas y especies de Oriente. Ravello aunque no está en la costa, y es un pueblo de interior, no por ello dejas de ver el mar y la magníficas vistas desde sus terrazas.



La catedral se encuentra en la Piazza del Duomo. El edificio se construyó en el año 1086 y ha sido remodelado en varias ocasiones. La puerta central de bronce se incorporó en el 1179 y su fachada en los años del 1500, la entrada de la iglesia de inspiración árabe cuenta con dos puertas de bronce que retratan las 54 escenas de la vida de Cristo. En la última parte del siglo XX, el interior de la catedral sufrió una serie de modificaciones donde se trató de conservar el estilo con el cual ésta había sido originalmente construida, el interior de la catedral es de mármol blanco esculpido. 

Los visitantes pueden subir detrás del altar para conseguir una mirada de viales que contiene la sangre sagrada de San Pantaleone o ver un fragmento de hueso de un dedo de Santo Tomás. En la cripta, museo de dos habitaciones de la catedral cuenta con un sarcófago del siglo III, placas de mármol decoradas con mosaicos, y un busto relicario que contiene el cráneo de Santa Bárbara, la patrona de los artilleros y los mineros. No hay que perderse el fabuloso púlpito ubicado entre columnas de mármol con leones en su base y mosaicos con figuras de animales.

Al este de Piazza Duomo se encuentra, la Villa Cimbrone que fue construida a comienzos del siglo XX. Muchos han dicho que las vistas desde sus parques son las más hermosas del mundo entero.

A esta villa se accede por un camino peatonal estrecho, y está situado en una zona rocosa. Antes de convertirse en hotel y lugar donde celebrar bodas, banquetes, convenciones y un largo número de eventos, la villa se iba transmitiendo de una familia influyente a otra, hasta que el barón británico Ernest William Beckett se enamoró de la villa y la compró con idea de renovar el recinto. Para ello contrato al arquitecto Nicola Mansi y a unos botánicos franceses, para crear un maravilloso jardín con pequeños templos, cenadores y estatuas de piedra. Si damos un paseo por la finca podremos leer las inscripciones poéticas en la placas, o contemplar los numerosos bustos romanos. La estatua de Mercurio, el dios mensajero, invita al visitante a la introspección. Aunque sin duda alguna la Terraza al Infinito, justo encima del acantilado te da unas perspectivas que jamás has experimentado...

Entre otros admirados de la zona tenemos a E.M. Forster, a Virginia Woolf, a D.A. Lawrence y a Sir Winston Churchill. Por aquí pasaban en sus escapadas románticas Greta Garbo y el director de orquesta Leopold Stokowski. El gran Turner, plantó su caballete para pintar, pero abrumado por las vistas escribió a un amigo por carta:

"Nunca en mi vida he visto un panorama como este, ¿Cómo puedo tener la esperanza de capturarlo? si sólo puedo luchar por una mala aproximación..."
Villa Rufolo es una finca palaciega de estilo morisco que fue construida originalmente en el año 1270 para la familia Rufolo. Está situada a diez minutos a pie de la Villa Cimbrone. El edificio principal linda con una capilla con una sala de recepción y una torre de entrada. La torre se la conoce como la Torre Mayor, tiene 30 metros de altura y era utilizada para detectar a los barcos piratas que se acercaban a la costa de Amalfi. La finca tiene vistas a la bahía de Salerno y destacan sus jardines, con cipreses, yucas, cicas y palmeras. -en 1588 la familia Rufolo se vendió la propiedad, pero poco a poco se fue degradando debido a terremotos, negligencias varias y subdivisiones de propiedades. Hasta que gracias al cielo apareció por la zona un botánico escocés, Francis Neville Reid, que la restauró y le dio el esplendor que tiene actualmente.

En 1880, un viaje al jardín de la villa inspiró al compositor alemán Richard Wagner, para escribir el segundo acto de su última ópera, Parsifal, cuando Wagner vio los jardines por primera vez, escribió: "El jardín encantado de Klingsor se ha encontrado por fín" en referencia al jardín mágico del mago en Parsifal, incluso dijo una vez que nunca habría compuesto esa obra de no haber estado inspirado por la belleza de estas tierra Es por ello que cada verano, desde 1952, la villa acoge el Festival de Música de Ravello, con conciertos dedicados a Wagner.


Jardines Villa Rufolo

Desde Ravello, y si se quiere andar un rato, se puede llegar hasta Minori, en dirección de nuevo hacia la costa, a través de los campos de limoneros. Limoneros que suelen ser para hacer el limoncello tan típico de la región. Su verdadero nombre es "sfusato Amalfitano", única variedad, cultivada en los "jardines" típicos en terrazas a lo largo de la costa de Amalfi, se suele recoger a partir de febrero hasta octubre. Si no habéis estado en Pompeya ni en Herculano, en Minori tenéis la posibilidad de visitar una villa romana Construida sobre lo que habría sido entonces la costa durante el periodo de Augusto, fue descubierta en 1932, la conservación es espectacular, y aún siguen haciendo excavaciones arqueológicas, además el museo que hay al lado es gratuito.