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domingo, 28 de junio de 2015

Roma: tres iglesias, un obelisco y una colina donde obtener unas inmejorables vista de la ciudad la Piazza del Popolo

En el último post sobre Roma nos quedamos en el Tridente, es decir las tres calles que van a dar a la Piazza del Popolo. Situados en el centro de la plaza en frente nuestro contemplamos dos iglesias gemelas, bueno las llaman así porque se parecen mucho, sobre todo externamente, aunque tienen diferencias tanto en el plano como en algunos detalles exteriores. El "tridente" empieza en la piazza; a la izquierda tenemos la Vía del Babuino que nos lleva hacia la Piazza de Espagna, la Vía del Corso en el centro que es la principal calle de Roma, y la Vía di Ripetta que nos queda a la derecha, y que nos lleva hacia la Piazza Navona y el Panteón. Las dos primeras están separadas por la Iglesia de Santa María de Montesanto, y la última por Santa María dei Miracoli.

El origen de estas dos iglesias se remonta al momento en que se decidió restaurar lo que había sido la entrada principal durante la Edad Media y el Renacimiento, la actual Vía Flaminia, del siglo XVII.
En 1655, el Papa Alejandro VII decidió que era el momento de rediseñar a lo grande la entrada de la Vía del Corso, y le encargó el trabajo al arquitecto Carlo Rainaldi. En la reforma se incluían dos iglesias iguales, pero las dos áreas que había disponibles para realizarlas eran diferentes, por lo que los proyectos no son exactamente iguales. Gracias a la genialidad del arquitecto se consiguió salvar la diferencia de tamaño de las iglesias; una de ellas tiene una cúpula ovalada que engaña al ojo para que nos de la impresión de que es circular como la de su gemela. Bien, ahora sólo hay que distinguir cual es cual mirando las cúpulas. La idea del proyecto era buena, pero era necesario encontrar el capital, y uno de los que puso parte del dinero para llevar a cabo las obras fue el cardenal Girolamo Gastaldi.

La Iglesia de Santa María dei Miracoli, es la de la derecha si miramos desde la Plaza del Popolo, empezó su construcción en 1675 y se terminó en 1681. De planta circular se diferencia de su gemela porque su cúpula es octogonal mientras que la de Santa María in Montesanto es dodecagonal. Su interior lo debemos a Antonio Raggi, que fue discípulo de Bernini, los monumentos a los cardenales Benedetto y Gastaldi (enterrado en la iglesia, y no sólo por ser su benefactor, sino también por ser uno de los máximos luchadores contra la peste que sufrió la ciudad de Roma) son de Carlo Fontana.

La Iglesia de Santa María de Montesanto está situada en la Vía del Babuino, 198 en ella hay un cuadro que nos sorprenderá, y mucho. Cuando uno entra en la capilla de las Almas del Purgatorio, situada a la derecha, lo último que uno espera encontrarse es un cuadro reciente tan anacrónico. El cuadro tiene una composición totalmente clásica, y si no te fijas puedes llegar a pensar que es otro de tantos. Después de visitar numerosas iglesias con sus respectivas obras de arte, este cuadro nos puede pasar desapercibido, pero si nos fijamos bien despertará nuestra curiosidad. "La cena de Emaus" tiene ciertos detalles muy peculiares, como las modernas zapatillas de tenis que lleva uno de los peregrinos, es el mismo que lleva una camiseta de tirantes y lo que podrían ser unos tejanos, y se encuentra escuchando a Jesús, al lado de otro muchacho con una camisa más bien actual. Otro punto destacable es el libro, que junto a un violín se encuentra en el suelo. La obra no es de hace siglos, sino más bien reciente, pintada por Tommasi Ferroni, sino fuera por esos detalles podría considerarse una obra del 1500.
La Iglesia de Santa María de Montesano está considerada como la iglesia de los artistas, durante la misa de 12 de los domingos se toca música, y un actor es el que generalmente lee los textos, al final de la misa se dice la oración de los artistas.
No es lo único gemelo que hay en la plaza, los dos cafés, el Rosati y el Canova, también son gemelos y muy frecuentados por la intelectualidad romana de los años 60.
Si ahora le damos la espalda a las iglesias anteriormente mencionadas, nos encontraremos de frente con un inmenso obelisco. Este obelisco pertenecía a Ramsés II hasta que Augusto decidió traérselo a Roma y colocarlo en la spina del Circo máximo, allá por el siglo X a.C.




























La plaza lleva el nombre de la iglesia de Santa María del Popolo, que se encuentra a la derecha detrás del obelisco. La plaza tiene una forma elíptica muy elegante, con un diseño neoclásico a cargo de Giuseppe Valadier. Concebida entre 1811 y 1824 consiguió darle amplitud y teatralidad manteniendo los monumentos que ya habían, y convirtiéndola en el punto de reunión para el pueblo romano. La Porta del Popolo, abierta en la muralla de Aureliano, fue durante mucho tiempo la principal puerta de entrada a la ciudad. Su fachada exterior, realizada en el siglo XVI, está inspirada en los arcos de triunfo antiguos. La interior fue decorada por Bernini en 1655, par celebrar la llegada triunfal de la reina Cristina de Suecia a Roma. Encima del arco principal hay una inscripción "Felice faustoque ingressui" (para una entrada feliz y bendita), fue encargada por el papa Alejandro VII, a Bernini, con motivo de la visita de la reina Cristina de Suecia, cuya conversión al catolicismo se consideró un gran éxito de la Contrareforma.

El obelisco Flaminio, tiene una altura de 24 metros, construido en tiempos de Ramsés II y Merenptah, allá por el 1232 a.C. fue traído a Roma como souvenir, ya hablamos de ello en un post anterior. Los cuatro leones que lo rodean son de mármol, de estilo egipcio, y de sus bocas salen chorros de agua que confluyen en una taza colocada en una pequeña escalinata sobre la que reposa el monumento. Los leones se los debemos también a Valadier, que tal vez consideraba que el obelisco sólo era poco para su gran plaza.
La plaza lleva el nombre de la Iglesia de Santa María del Popolo, la tradición cuenta que en el lugar donde ahora se levanta la iglesia, se construyó una capilla y que fue sufragada por el pueblo romano, el pueblo de la Virgen. Así que el pueblo primero tuvo una iglesia y luego la plaza también acabó siendo del pueblo.

Ideada en el siglo XVII como entrada monumental a la ciudad para todos los peregrinos que llegaban a la ciudad a través de la vía Flaminia desde el norte.
Antes de la aparición de Valadier, la plaza tenía una forma trapezoidal, era muy modesta, apenas decorada. Hay que recordar que durante mucho tiempo este era el lugar donde se celebraban las ejecuciones públicas y el punto de partida de las carreras que se celebraban en la Vía del Corso.
Cuando se llevaron a cabo las obras de remodelación en el segundo decenio del siglo XIX, se colocaron dos exedras decoradas con estatuas y fuentes que limitan los dos lados de la plaza, la colocación arquitectónica de la pendiente del Pincio, las construcciones simétricas a los lados de la "Porta del Popolo" y los leones anteriormente mencionados. Para unificar la plaza con la colina puso amplias rampas, adornadas con árboles y caminos que nos llevan a la terraza del Pincio, que acabó convirtiéndose en uno de los lugares para pasear más famosos de la ciudad, al que acudía el pueblo llano, la burguesía, la nobleza y como no el clero.
La mejor hora para subir a la colina del Pincio, suele ser un poco antes del atardecer, para así disfrutar de unas vistas espectaculares bañadas por las luces del ocaso. A lo largo de los senderos que nos llevarán a lo alto de la colina se suceden los bustos de patriotas italianos, añadidos siglos después por indicación de Giuseppe Mazzini, el nacionalista italiano del siglo XIX. En el Pincio tenemos otro obelisco, éste fue mandado colocar por Pío VII, era el obelisco que se había traído el emperador Adriano unos siglos antes.
Seguimos en la plaza y está vez nos dirigiremos a Santa María del Popolo, una de las iglesias-museo más hermosas de Roma, pues lo tiene todo: arquitectura renacentista, decoración de Bernini, frescos de Pinturicchio situados detrás del altar de la primera capilla, en el lado derecho, lienzos de Caravaggio en el coro, mosaicos que siguen los cartones ideados por Rafael... vamos que entras en ella y te cuesta un mundo salir con tanta belleza que hay en su interior.
Se dice que los restos del emperador romano Nerón yacían bajo los cimientos de esta iglesia, bueno más bien bajo los cimientos de la primera iglesia. Según la historia fue el Papa Pascual II el que decidió construir una pequeña capilla sobre el lugar donde Nerón fue sepultado, era una manera de celebrar que ese mismo año, 1099, se había liberado el Santo Sepulcro y para obviar cualquier resto de paganismo. Para ello mandó desenterrar la tumba, quemar lo que quedaba del emperador y lanzarlos al río Tiber. Posteriormente, construyó una iglesia dedicada a la Virgen María cuyos gastos fueron costeados por el pueblo de Roma.
Santa María del Popolo se amplió en 1227 por otro papa, Gregorio IX, pero será en el siglo XV bajo el mandato papal de Sixto IV cuando se realizaran las obras necesarias para darle el aspecto actual del templo, una iglesia de tres naves y con numerosas capillas laterales. En el siglo XVI Bramante alargó el ábside, Rafael Sanzio se encargó de la capilla del banquero Agostino Chigi. Pero las obras no acabaron aquí, un siglo más tarde Alejandro VII, otro papa que decidió reformar de nuevo la iglesia, y encargó el trabajo a Gian Lorenzo Bernini, que la decoró interiormente y le dio el aspecto barroco a la fachada.
A finales del siglo XVI Martín Lutero, el monje agustino que años más tarde iniciaría la Reforma protestante, vivió en el monasterio que se encontraba al lado de la iglesia durante su juventud.
El valor artístico del edificio se encuentra en su decoración interior, la capilla Della Rovere, la primera a la derecha, contiene frescos de Pinturicchio, es el mismo autor de "La adoración del Niño" que podemos contemplar sobre el altar, y de las magníficas escenas bíblicas del techo abovedado del presbiterio. Durante siglos se creyó que la imagen de estilo barroco de la "Madona del Popolo" en el altar mayor era obra del apóstol san Lucas, hasta que los expertos en arte dijeron que pertenecía a la escuela Sienesa del siglo XIII. Detrás del altar mayor se encuentran las tumbas de los cardenales Ascanio Sforza y Girolamo Basso della Rovere, ambas son obra de Andrea Sansovino.

Habakuk
Pero la principal atracción de la iglesia es la Cappella Cerasi, la encontraréis a la izquierda del altar mayor, contiene las pinturas de Caravaggio: "La conversión de San Pablo" y la "Crucifixión de San Pedro". Otra capilla interesante es la Capilla Chigi, obra de Rafael Sanzio, en ella están las tumbas del banquero Agostino Chigi y de su hermano, situadas en las paredes laterales de la capilla, las distinguiréis porque tienen forma piramidal. Seguramente se inspiró en la pirámide romana de Cestius. Bernini diseño el mármol del suelo y la lámpara de bronce, formada por tres querubines, dos de las cuatro estatuas que hay en las esquinas, la de Habakuk (que fue el encargado de llevarle la comida a Daniel cuando se hallaba en la guarida del león) y la de Daniel y el león.
Cúpula Capilla Chigi
La capilla Chigi fue escenario de la película "Ángeles y Demonios" de Dan Brown, según la novela, el Habakuk era el altar que representaba a la tierraAntes de dejar la iglesia fijaros en el esqueleto que comparte jaula con una mariposa (símbolo de la resurrección), para ello hay que ir por la puerta más oriental, la que se encuentra al lado de la pequeña tienda de recuerdos.

           


La via Flaminia era la carretera romana construida para unir la capital del imperio con la ciudad de Rimini, y por consiguiente con el mar Adriático. Durante siglos, el área que se extendía desde el monte Pincio, hasta el Tíber había estado deshabitada. Se rumoreaba que por allí corrían espíritus malignos, ya que era el punto débil en la defensa de la ciudad.  

 La actual Porta del Popolo, era la antigua Porta Flaminia, situada inmediatamente detrás de la Muralla Aureliana. Si la atravesamos veremos parte de la muralla, y de la antigua puerta.

miércoles, 24 de junio de 2015

El Castillo de blois, reyes, reinas, asesinatos, guerras de religión...

« Loire Cher Blois1 tango7174 » par Tango7174 — Travail personnel. Sous licence GFDL via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Loire_Cher_Blois1_tango7174.jpg#/media/File:Loire_Cher_Blois1_tango7174.jpg
En post anteriores ya hemos hablado de los Condes de Blois y de sus continuas disputas con los descendientes de Fulco Nerra. El condado de Blois fue designado por el emperador carolingio, y lo otorgó como un título hereditario, así que el Château de Blois acabó convirtiéndose en un lugar poderoso, durante tres siglos. Luis de Blois se alió con Ricardo Corazón de León para luchar contra el rey de Francia que en ese momento era Felipe Augusto. Luis participó en la Cuarta Cruzada y colaboró en la caída de Constantinopla en 1204. Murió en Tierra Santa un año después, su hijo Thibaut VI se encargó de construir el gran salón, el de los Estados Generales en 1214. A su muerte, el condado pasó a través de sus herederas femeninas a la familia borgoñona de Chatillon-sur-Seine, que no tenían tanto peso político como había tenido la casa de Blois, es por ello que el condado perdió su influencia en el reino de Francia. El siguiente conde de Blois, fue Juan I, que heredó también los señoríos de Condé y Guisa, se caso con Alix de Bretaña y se dedicó a fundar varios conventos religiosos por la zona de Blois, como un convento franciscano en 1256, la Abadia de La Guiche en Chouzy, en 1271 y otro convento dos años más tarde para la orden de los Dominicos. 
El último conde de Blois de la casa de Chatillon fue Guy II, que vendió el condado a Luis de Francia, duque de la Touraine (hijo de Carlos V y hermano del futuro Carlos  VI pero éste lo cambió por el ducado de Orléans en 1394 que era mucho más rico. El duque de la Touraine tenía bastante influencia sobre su hermano Carlos VI, que acabó enloqueciendo en 1394. Aprovechando que había conflicto entre las casas de Orléans y de Borgoña, los ingleses invadieron Francia, derrotando a los franceses en la batalla de Agincourt. El hijo mayor de Luis I, Carlos de Orléans, y que había heredado el castillo de Blois, fue hecho prisionero. Estuvo 25 años cautivo en Londres, suerte que su afición poética le hizo más llevadero el cautiverio. Cuando regresó a Francia, tenía 50 años y se casó con Marie de Clèves, de tan sólo 14. Carlos decidió abandonar todas sus ambiciones políticas y se retiró en el castillo de Blois, que acabó siendo su residencia favorita. Para ello derribó parte de la antigua fortaleza para construir una residencia más confortable donde nacería su hijo Luis de Blois. Y que sería conocido en la historia de su país como Luis XII, a partir de ese momento el castillo de Blois se convertirá en la residencia real favorita de Francisco I, Francisco II y Enrique III que convocó dos veces los Estados Generales del Reino en un intento de poner fin a las guerras de religión, en 1576 y 1588. 
« Paul Delaroche - L’assassinat du duc de Guise au château de Blois en 1588 - Google Art Project » par Paul Delaroche — QwEWyP4MDPMMiw at Google Cultural Institute, zoom level maximum. Sous licence Domaine public via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Paul_Delaroche_-_L%E2%80%99assassinat_du_duc_de_Guise_au_ch%C3%A2teau_de_Blois_en_1588_-_Google_Art_Project.jpg#/media/File:Paul_Delaroche_-_L%E2%80%99assassinat_du_duc_de_Guise_au_ch%C3%A2teau_de_Blois_en_1588_-_Google_Art_Project.jpg
El asesinato inculpaba directamente al rey, aunque no fuera el personalmente el ejecutor. La cosa fue como sigue, el 23 de diciembre de 1588 le llega una nota al Duque de Guisa de que el rey lo ha convocado a un Consejo Real, para ello lo espera en el "cabinet vieux" un saloncito al lado de los aposentos del rey. Para llegar a dicho cabinet, tiene que atravesar primero la habitación del rey, allí nada más cruzar la puerta es asaltado por una veintena de espadachines que pertenecen al cuerpo de la guardia personal del rey. Antes de morir, el duque consigue acabar con cuatro de sus atacantes, pero esta muy mal herido y acaba cayendo a los pies de la cama del rey. Acabado el alboroto Enrique III sale del "cabinet vieux" donde se supone que lo esperaba, y lo contempla tendido en el suelo y exclama: "¡Dios mío! ¡Qué grande! Parece aún más grande muerto que vivo!... no fue el único en morir, al día siguiente fueron a por su hermano, el Cardenal de Lorena, que acabó teniendo la misma suerte que el Duque de Guisa.  Pero no creáis que a Enrique III le fueron mejor las cosas por la muerte de sus enemigos, sólo pudo disfrutar de su triunfo unos 8 meses, pues acabó siendo apuñalado por el monje Jacques Clément en una calle de París.
Y como siempre si queréis saber un poco más de la historia os recomiendo seguir este blog.
María de Médicis
Pasaron los años y durante el siglo XVII el castillo se convirtió en un refugio para los príncipes y princesas que se encontraban exiliados, como María de Médicis. 
Doña María de Médicis llevaba tiempo mangoneando a su hijo Luís XIII, e intrigando en la corte para su propio beneficio, su hijo, el rey; harto de ella la envió bajo arresto a Blois donde debería permanecer hasta nueva orden. Tan sólo aguantó encerrada poco más de dos años, pues según dice la leyenda logro escapar por una de las ventanas a través de una escalera de cuerda y gracias a la ayuda del duque de Epernon que le facilitó la huida.
Gastón d'Orléans
Otro de la familia real que estuvo desterrado en Blois fue el hermano del rey e hijo de la anterior, Gastón de Orléans, que también se dedicó a tramar complots contra su hermano para poder hacerse con la corona. Gastón al final decidió que era mejor quedarse en el castillo, vivir la vida y olvidarse de la corte, pues lo tenía difícil, ya que acababa de nacer el Delfín de Francia, el futuro Luís XIV. Así que se dedicará a construir una nueva ala del castillo, pero que quedará inacabada por impagos, aunque consigue reunir colecciones de arte antiguo... una afición heredada de su madre, como otras...
« Blois Chateau1 » par Stefan Lanz / Reisender — WT/de. Sous licence Domaine public via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Blois_Chateau1.jpg#/media/File:Blois_Chateau1.jpg
La visita al Castillo de Blois la podemos dividir en las diferentes alas de las que se compone, la primera sería el ala de Luís XII sería la que corresponde al color rojizo de la piedra, lleva ese nombre porque el rey Luis XII había nacido en este castillo, y decidió que sería un buen lugar donde vivir junto a su nueva esposa, Ana de Bretaña, así que decidió hacer algunas reformas sobre el antiguo castillo medieval. El trabajo lo encargó a Colin Biant, un "maestro albañil" de la ciudad de Blois, que ya tenía experiencia pues se había encargado de dirigir las obras del Puente de Nôtre-Dame de París, y de la Catedral de Bourges. Aquí se hospedaron Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos, y su esposo Felipe el Hermoso, cuando iban de camino de Bruselas a Madrid para jurar como herederos de la corte de Castilla. Si queréis conocer más profundamente a todos estos personajes os recomiendo la serie "Isabel", en la tercera temporada sobre todo aparecen todos estos personajes, es una manera de ponerles cara y de conocer hechos históricos. Por la fachada hay entrelazadas las letras L y A junto al monograma de Francia, son las iniciales de los reyes. 
La fachada de estilo gótico flamígero, con la estatua ecuestre de Luis XII, es lo primero que nos llama la atención, si nos fijamos un poco, sobre todo en la escalera, podremos encontrar en los blasones imágenes del puerco espín, que resulta ser el emblema de la casa de Orléans, a la que pertenecía el monarca. Los balcones marcan el lugar donde estaban las salas del rey y de la reina, desde ellos miraban las justas y torneos que se celebraban en el patio del castillo. En este ala del castillo, en los apartamentos privados de Luis y Ana de Bretaña se encuentra el Museo de Bellas Artes.
« Blois16 » par Manfred Heyde — Travail personnel. Sous licence CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Blois16.jpg#/media/File:Blois16.jpg
Una vez en el patio del castillo, a nuestra derecha encontramos haciendo esquina la edificación que contiene la Salle des États Généraux, una habitación inmensa del siglo XIII donde se reunían los Estados Generales a petición del rey. Estamos en lo que sería parte de la fortaleza medieval que había desaparecido, y que acabó transformándose en una sala para recepciones reales. Desde el patio lo que más destaca es la escalinata de Francisco I, está encerrada en una galería octogonal, ricamente decorada con relieves. Desde ella la familia real a la cabeza de la cual estaba Francisco I, presenciaba los acontecimientos celebrados en el patio. Estamos contemplando el ala de Francisco I, al que se conoce como el rey constructor, pues dio instrucciones precisas para renovar parte del castillo encargando las obras a Jacques Sordeau, que ya tenía experiencia en construir castillos, era el primer albañil de Amboise y más tarde lo sería de Chambord. Francisco I, sucedió a Luis XII, que sólo había tenido 2 hijas. Una de ellas, Claude heredera del condado de Bretaña, se casará con el nuevo rey que resulta ser su primo.
« Château de Blois avec l'escalier de l'aile François 1er. » par Zebree — Travail personnel. Sous licence CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ch%C3%A2teau_de_Blois_avec_l%27escalier_de_l%27aile_Fran%C3%A7ois_1er..JPG#/media/File:Ch%C3%A2teau_de_Blois_avec_l%27escalier_de_l%27aile_Fran%C3%A7ois_1er..JPG
En Francia nunca han reinado las mujeres, siempre han sido consortes o regentes, la ley sálica imperaba en el reino, es por ese motivo que el heredero de la corona será el sobrino de Luis XII, Francisco de Angulema. Este rey escogió como emblema la salamandra, es por ello que en esta zona del castillo habrá muchas de ellas en grabados, medallones, relieves... así mismo las iniciales escogidas serán la F de Francisco y la C de Claudia. En este edificio tenemos la Salle d'Honneur, que cuenta con una suntuosa chimenea con los emblemas de la salamandra y el armiño. También está el Cabinet de Catalina de Médicis, la curiosidad de esta habitación son los 237 paneles con relieves, cuatro de ellos esconden armarios secretos para guardar obras de arte, joyas e incluso venenos, con Catalina nunca se sabe...
« Blois - Le Château 22 » par Gilles — Flickr: Blois - Le Château. Sous licence CC BY 2.0 via Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Blois_-_Le_Ch%C3%A2teau_22.jpg#/media/File:Blois_-_Le_Ch%C3%A2teau_22.jpg
En 1547 Francia tiene un nuevo rey, este será Enrique II, hijo del anterior. El nuevo rey decide entrar triunfalmente al castillo a lomo de su caballo y acompañado de mujeres desnudas montadas sobre bueyes. El patio del castillo se transforma día sí y día también en un lugar para celebrar las justas, torneos y celebraciones que tanto divierten al nuevo rey. Precisamente en una justa será donde Enrique II encuentre la muerte el 10 de julio de 1559 en París, y que dará paso a las guerras de religión.     
Por último está el ala de Gastón d'Orléans, en estilo clasicista, Gastón nunca fue rey, era el tercer hijo de Enrique IV y la corona ni la olería. Entonces, ¿cómo acabó siendo propietario de una residencia real? pues porque en 1626, su hermano Luis XIII, se lo dio como regalo de boda. De nuevo el propietario quiere hacer reformas, y Gastón se decide por François Mansart para llevarlas a cabo, pero no pudo ser, la falta de liquidez impidió llevar a cabo el proyecto. Tras su muerte en 1660, el castillo fue abandonado. La corte se mantenía en la capital, París, así que Blois se fue deteriorando a lo largo de 130 años. Con la Revolución Francesa los revolucionarios saquearon el castillo, se llevaron los muebles, la decoración, las estatuas... lo dejaron limpio, tanto que estuvo a punto de ser derribado. Suerte que decidieron utilizarlo como cuartel militar, y gracias a ello no acabó peor. No será hasta 1840 cuando gracias a Prósper de Merimée lo clasifican como Monumento Histórico Nacional y deciden reformarlo y restaurarlo bajo las órdenes de Félix Duban, que consiguió darle su antiguo esplendor.




lunes, 15 de junio de 2015

Londres la Gran Exposición universal: una idea principesca y una enfermera que salvó numerosas vidas...


















En 1851 se celebró la Exposición Universal que sugirió el Príncipe Alberto, el consorte de la Reina Victoria, y tuvo un éxito espectacular. Todos los países importantes enviaron representaciones. Los visitantes se quedaban boquiabiertos ante las gigantescas máquinas movidas a vapor, se asombraron con las maravillas que vieron, como un piano para cuatro intérpretes o con las esculturas hechas de jabón. La participación ciudadana en cuanto a visitas es un éxito, casi un tercio de la población del país paga su billete para verla además con la recaudación se consigue el suficiente dinero para construir tres nuevos museos, el Victoria and Albert Museum, el Science Museum y el Museo de Historia Natural.

"Crystal Palace". Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Crystal_Palace.PNG#/media/File:Crystal_Palace.PNGCollection of the Museum of Ventura County, Private Collection,"Me siento realmente orgullosa cuando pienso en lo que ha concebido la gran mente de mi querido Alberto", dijo la reina Victoria delante de todos los notables cuando su esposo mostró su proyecto para la Great Exhibition.  El consorte tenía intención de mostrar al mundo el potencial y el poderío que tenía su país y su insigne esposa, para ello se puso al mando del comité organizador, en el que su esposa la reina sería la presidenta honorifica, para ello escogió a los hombres más ilustres del momento. Una vez decididos los que formarían parte del proyecto se dieron cuenta de que no habían pensado en el lugar donde se llevaría a cabo ni donde alojarían a los miles de visitantes que aparecerían por la ciudad. Estaban ya a finales de 1850 y la inaguración se había fijado para el año siguiente, así que entraron las prisas y se convocó rápidamente un concurso de proyectos al que se presentaron 250 arquitectos e ingenieros, pero el comité no disponía del tiempo suficiente para poderlos llevar a cabo. Cuando ya se habían resignado a repartir los stands por diferentes lugares de Londres, el Duque de Devonshire recordó que su jefe de jardineros, Joseph Paxton, había construido un gran invernadero de cristal para salvaguardar las plantas más delicadas de su residencia. ¿Se atrevería a erigir un enorme invernáculo que alojara la gigantesca exposición?


El tal Paxton acepto el reto y en un breve espacio de tiempo construyó una estructura inmensa de vidrio y  metal, el mismo dirigió la obra sobre una extensa zona de Hyde Park, en la que 2.000 obreros y especialistas ensamblaron en 4 meses más de 300.000 metros cuadrados de placas modulares de vidrio unidas por guías de hierro  todas de la misma medida para así acelerar las obras, estaban sostenidas por columnas especialmente fabricadas en las fundiciones ferroviarias. Pero ¿quien ponía la "pasta" para realizar la obra? la Reina dio 1.000 libras, el impulsor de la idea 500 (que ya ponía el intelecto!) muchas empresas aportaron cantidades importantes, pero fue gracias a los donativos que suscribieron los ciudadanos anónimos que se pudo realizar el proyecto, además de crear un fondo de garantía de 200.000 libras de la época.
La estructura es tan grande que puede albergar árboles tan grandes como los olmos, tenia 564 m de largo, para que nos hagamos una idea como seis campos de fútbol, los paneles de cristal superiores tenían la altura de un edificio de ocho pisos, era tan grande que incluso con 93000 personas dentro, las salas nunca parecían abarrotadas. La revista satírica Punch denominó "Crystal Palace" al novedoso recinto y que según la reina Victoria era "gracioso y ligero a pesar de su inmenso tamaño", la Great Exhibition tuvo un gran éxito asistieron cerca de seis millones de visitantes, tanto británicos como extranjeros, superando las mejores expectativas del comité organizador. Hubo 14.000 expositores distintos que mostraban sus bienes al público, la mayoría de las máquinas mostradas funcionaban a vapor, los ingenieros las consideraban como juguetes, aunque defendían que servían para ahorrar el trabajo humano. La muestra estadounidense era la más grande y eran los encargados de mostrar el gran piano y las figuras de jabón que antes habíamos mencionado. Otra pieza muy interesante que se mostraba era el mayor diamante del mundo el Koh-i-noor. que acabará en manos de la reina Victoria y por consiguiente en las Joyas de la Corona que se guardan en la Torre de Londres.
La estructura conservó el nombre de Crystal Palace cuando la Compañía Ferroviaria de Brighton la desmontó para volverla a erigir en Sidenham como centro de exposiciones y de ocio de esta forma siguió siendo una gran atracción hasta que un incendio la arrasó en 1936.
La reina inauguró la exposición dos veces, una en Hyde Park, y luego cuando lo trasladaron al sur de Londres.
Y Como siempre, si queréis saber un poco más en este blog parece que veas la exposición in situ.

Collection of the Museum of Ventura County, Private Collection,
La moral victoriana, si el señor Cromwell hubiera levantado la cabeza en tiempos de la reina Victoria, habría aplaudido a dos manos la rígida moral protestante que imperaba en el Londres del siglo XIX,  la industrialización significó el triunfo de la burguesía que alcanzó un poder político y social hasta entonces nunca conocido. La burguesia es el gran pedal del cambio cuando las cosas van mal, pero también suele ser un pedal de freno cuando las cosas le son favorables. Los niños y niñas se forjaban en una disciplina escolar absolutamente absurda y cruel, las normas de etiqueta y de comportamiento en sociedad tenían a gran parte de sus habitantes vigilantes y pendientes de acatar las normas al uso, sin salirse del patrón marcado por esa sociedad. Nada podía desmadrarse porque todo estaba establecido, aunque no por ello no fuera un tiempo en que abundaban crímenes pasionales, prostitución, pedofília, atracos, robos y otros delitos que los jueces y policía intentaban ocultar. Es irónico que durante el reinado de Victoria tan preocupada por la moral, la rectitud y la salvación de sus súbditos, sea el tiempo en que más altercados de este tipo se sucedían por las calles de Londres.
Es la época de los grandes escritores, Byron, Keats, Shelley, Oscar Wilde que acabó en la cárcel por su homosexualidad, o Bernard Shaw que en 1893 estreno la obra "La profesión de la Señora Warren" dignificando con burlona malicia la situación de las prostitutas.
Los comités de Damas, por primera vez en su vida la Reina se implicó en ayudar a los heridos de la Guerra de Crimea, organizando y supervisando los "comités de Damas", que atendían a los heridos y mutilados de guerra en los hospitales. Apoyó la labor de Florence Nightingale, una excepcional enfermera a la que sus heridos apodaron la Dama de la Lámpara por las numerosas rondas que hacía, tan solo alumbrada por una lámpara para comprobar que sus heridos se encontrasen un poco mejor.
Collection of the Museum of Ventura County, Private Collection,
Florence Nightingale, nació en Florencia, el 20 de mayo de 1820. Su familia pertenecía a una familia pudiente, de elevada posición social, ambiente en el cual creció y se educó. A los 17 años viajó a Francia, Suiza, e Italia con el objeto de que completase su educación como era de esperar en una señorita. Frecuentó los salones más refinados y aristocráticos, pero no era feliz, sus intereses y preocupaciones estaban en las instituciones de caridad y la condición social de los más desfavorecidos de los lugares que visitaba. Anotaba en sus cuadernos sus observaciones, y comparaba los hospitales franceses que estaban bajo la vigilancia de las Hermanas de la Caridad con los de Inglaterra, llegando a convencerse de la necesidad de organizar en su país algo parecido. En 1845 aprendió el oficio de enfermera en el hospital de Salisbury, creía firmemente en que no bastaba solamente la habilidad del médico para salvar a los enfermos, sino que era necesaria la cooperación activa e inteligente de la enfermera.
Hay que tener en cuenta que en aquella época los hospitales eran la escuela de la inmoralidad y solo llegaban a él las mujeres de mala vida, envilecidas por la bebida y el vicio.  En 1853 viajó a París y estudió la organización de los hospitales, para ello entró en la "Maison de la Providence" de las Hermanas de la Caridad, allí amplió conocimientos sobre el cuidado de los enfermos, cuando regresó a Londres un comité de distinguidas damas estableció un sanatorio para gobernantas enfermas y le ofrecieron el cargo de directora para que lo organizara y dirigiera. Cuando estalló la Guerra de Crimea entre Rusia y Turquía, en el que también participarían Francia e Inglaterra, no paraban de llegar noticias desoladoras de las condiciones deplorables de los hospitales de campaña que se encontraban en el frente, tanto que la opinión pública estaba alarmada. A los rusos los atendían las Hermanas de la Misericordia, a los franceses las de la Caridad, en cambio a los ingleses no los atendía ninguna enfermería. Entonces el ministro de guerra inglés, Sidney Herbert, que había conocido a Florence en Roma, pensó en ella para organizar y dirigir una empresa de auxilio de este tipo, así que solicitó su colaboración. No se lo pensó mucho, y a pesar de que su familia no lo veía con buenos ojos, consiguió reunir a diez hermanas católicas, a ocho anglicanas y a seis enfermeras de San Juan, que junto a catorce enfermeras profesionales se dirigieron hacia el frente. Gracias a su llegada el cambio que se produjo en los hospitales fue notable, en poco tiempo la mortalidad cayó de un 40% a tan sólo un 2%, el motivo, morían más por la desantención y las pocas curas que recibían. Gracias a su labor con los soldados era reconocida con honores por toda Gran Bretaña, pero ella rechazaba cualquier tipo de honores. En octubre de 1856 se entrevistó con la pareja real para hacerles partícipe de su proyecto de dignificación de l    os soldados británicos su plan consistía en una drástica mejora de la atención sanitaria, la alimentación y las condiciones de vida de las tropas imperiales que se concretó en la Real Comisión para la Salud del Ejército, creada tan solo un año después. En 1860 Nightingale utilizó los fondos de su fundación para crear la primera escuela de enfermería británica en el Hospital de Saint Thomas, que fue la primera del mundo. En Waterloo Place hay una estatua en su honor, al lado del ministro de la guerra Sidney Herbert.

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Alberto murió en 1861 y privó a Gran Bretaña del impulso modernizador que había representado el principe consorte. Victoria cayó en un largo periodo de depresión y de desinterés por los asuntos de gobierno, del que nunca llegó a recuperarse, su dolor de viuda se tornó fetichista, colocó una fotografía del cadaver de su esposo en la cabezera de la cama y ordenar que cada noche se dispusiera la ropa limpia de su recámara y se cambiase diariamente el agua del lavamanos. Llevó un luto riguroso hasta el final de sus días. Su caracter se agrió y se hizo más intolerante y su conducta más rígida y severa, al tiempo que se emprendió una política exterior más belicosa e inflexible.
1847 se había instalado en Londres un emigrante alemán llamado Carlos Marx autor con su amigo Engels del inquietante "Manifiesto Comunista", el documento había sido redactado para la lista de los justos, una sociedad secreta revolucionaria formada por artesanos alemanes emigrados, a partir de 1850 se instalará en dos cuartos miserables del Soho, donde sobrevivirá con su familia gracias al dinero que le envia Engels desde la factoría de su padre que tiene en Manchester y donde trabaja como contable. En 1864 se funda en Londres la famosa Internacional, o Asociación Internacional de Trabajadores, cuyo guía intelectual es Carlos Marx 3 años más tarde publicará el primer volúmen de "El Capital" y en 1870 Engels se traslada a Londres. Marx estaba seguro de que la revolución proletaria que acabaría con la lucha de clases tendría lugar en Inglaterra por ser el pais más industrializado y por tener una numerosa clase obrera vejada por la explotación. Todos sabemos que en eso se equivocó de medio a medio, pero la influencia de sus ideas no dejó de repercutir en Londres y el resto de ciudades industriales británicas. En 1855 más de 100.000 trabajadores se reunieron en las inmediaciones de Hyde Park  para protestar contra un decreto que permitía trabajar los domingos, en 1866 se repitieron multitudinarias manifestaciones en el mismo lugar, años despés en 1872 el gobierno autorizó el derecho de asamblea, esta autorización dio lugar al Spikers Corner, el rincón del orador callejero, que todavía hoy subsiste en el tradicional parque. La depresión económica de 1886 trajo consigo una inestabilidad laboral y desempleo, con las consecuentes protestas y manifestaciones culminando en las más grandes rebeliones populares del reinado de Victoria. En el mes de febrero decenas de miles de parados se concentraron en Trafalgar Square y marcharon sobre la City destrozando los escaparates de las tiendas de lujo y de los ventanales de los clubs de caballeros de Saint James Street, cuyos miembros se refugiaron alarmados en los lavabos. En noviembre de 1887 mas de cien mil manifestantes avanzaron hacia Trafalgar Square en lo que se conoce como el Bloody Sunday, domingo sangriento por la violencia empleada por las fuerzas del orden para dispersarlos. Entre los manifestantes se encontraba un estudiante irlandés Bernard Shaw y el pintor William Morris. Curiosamente entre las organizadoras de estos movimientos se encuentran dos mujeres Eleanor Marx, hija de Carlos Marx y Annie Besant una socialista que acabaría apoyando el independentismo de la India e Irlanda. Besant fue la que consiguió que se realizara una huelga de trabajadoras en una fábrica de cerillas obteniendo para ellas unas mejores condiciones y un sindicato del ramo. Al año siguiente, es Eleanor la que exhorta a los empleados del gas a que se unan y formen su Trade union que logrará poco después la jornada de ocho horas.
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En los últimos años de su vida, la reina mostraba un carácter más huraño e irascible, que se mezclaban con algunos desvaríos. Se encontraba enemistada con su hijo Eduardo, otro príncipe de Gales que se encontraba a la espera del relevo de la corona, tal como el príncipe Carlos en la actualidad. La pequeña anciana enlutada vagaba por el palacio de Windsor tocada con un gorro de color blanco impoluto, aunque pasaba la mayor parte de su tiempo encerrada en sus aposentos rodeada de viejas fotografías grabados y otros recuerdos de su ya larga vida, sólo pareció despertar de su letargo cuando estalló la Guerra Anglo-Bóer de Sudáfrica en 1899 recuperó su papel de soberana y reapareció en público por primera vez en mucho tiempo y con una energía notable para sus ochenta años desplegó una intensa actividad que iba desde la revista de tropas hasta la visita de los heridos en los hospitales, o la entrega de condecoraciones. La reina murió el 22 de enero de 1901, poco después del siglo que ella había protagonizado, dejo una monarquía fortalecida aunque más parlamentaria de lo que hubiera deseado y a pesar suyo su reinado significó la consolidación de la democracia en Reino Unido, su hijo Eduardo heredó por fin el bastón de mando de un imperio que abarcaba medio mundo, con 450 millones de habitantes que abarcaba desde Egipto a la India, desde Oceanía al Atlántico Sur... la soberana fue enterrada junto a su amado Alberto en el mausoleo de Frogmore, cerca de Windsor.

domingo, 14 de junio de 2015

Más Toscana: Cortona, Arezzo, Caprese Michelangelo y Sansepolcro



Cortona, es una de las 12 ciudades de la Confederación Etrusca. En la muralla de la ciudad aún hoy podemos apreciar fragmentos de los muros primitivos, que apenas se ha modificado desde la época medieval. El estilo de los edificios de Cortona es Medieval, aunque hay algunos renacentistas. Este pueblo está lleno de calles estrechas empinadas, y cada rincón nos lleva al medievo. Gracias a los vecinos de Cortona, se ha conservado su estilo medieval en perfecto estado. Con una altitud de 600 metros sobre el nivel del mar, es el lugar perfecto desde el que poder admirar el esplendor del Valle de la Chiana. Fue un importante centro de poder durante el periodo medieval, capaz de resistir los ataques de otras ciudades más grandes como Siena y Arezzo; su decadencia se produjo cuando fue derrotada por Nápoles en 1409, tras lo cual fue vendida a Florencia perdiendo así su autonomía. La calle principal, la Vía Nazionale, es bastante llana comparada con el resto de calles de Cortona, sólo hay que compararla con el Vicolo del Precipizio.
La visita se puede comenzar por la Porta Santa María y tomar la Vía Ianelli donde se encuentra el Museo Diocesano, y que está instalado den una iglesia del siglo XVI, alberga varias obras de interés como “La Anunciación” de Fra Angelico y una “Crucifixión” de Pietro Lorenzetti, y el “Descendimiento de la cruz” de Lucca Signorelli. Estamos en la calle que tiene los edificios más antiguos de Italia, con los característicos voladizos, los pisos superiores que sobresalen y se sostienen por fuertes soportes de madera. Por esta calle llegamos a la Piazza del Duomo donde algunas escenas de la maravillosa película La Vita è Bella de Roberto Benigni se rodaron aquí. El edificio del Duomo es del siglo XVI y fue realizado por el arquitecto Giuliano Sangallo, en la fachada oeste podemos apreciar lo restos de una anterior construcción románica. El pórtico es de Cristofanello (1550).
De aquí iremos hacia la Piazza Signorelli, en el Palacio Casali está el Museo dell’Accademia Etrusca. Uno de los museos más singulares de la región, con gran cantidad de restos etruscos como el "Lampadario" Etrusco (la lámpara de techo etrusca), una de las obras realizadas en bronce más reconocidas de la época, y "Musa Polimnia", obra pictórica de extraordinaria belleza que data de la era romana. El Palazzo Comunale es un edificio del siglo XIII que se amplió a principios del XVI para incorporar la imponente torre. Un buen lugar para descansar es su escalinata, sobre todo a primeras horas de la tarde. De entre otros lugares interesantes para ver están las iglesias de San Francesco y San Domenico, el Palacio Casali Mediovale con fachada renacentista y las iglesias renacentistas Santa Maria Nuova y San Niccoló, que albergan en su interior obras de gran prestigio.
A las afueras de la ciudad se encuentran: en la localidad de Cannaia la tumba Etrusca llamada "Tanella di Pitagora" (el refugio de Pitágoras) del II A.C; en Ipogeo, localidad de Sodo, se encuentran las tumbas etruscas del siglo VI e VII a.C; en Metelliano, la Iglesia románica de Sant' Angelo; en Calcinaio, el templo del cinquecento de Santa Maria delle Grazie.
El Convento delle Celle (de las celdas), fundado por San Francesco, es uno de los sitios más atractivos de la zona. El "Via Crucis" de Severini del siglo XX une de forma mística la ciudad con el predominante Santuario de Santa Margherita, dominado a su vez por la poderosa estructura Fortezza de Girifalco.

A pesar de su ubicación en el sur este de la Toscana, en los últimos años, Cortona ha convertido en un importante destino turístico después de la publicación del libro: Bajo el sol de la Toscana, libro de éxito por la estadounidense Frances Mayes; y aún más después de la filmación de la película con Diane Lane, la casa de la escritora se ha convertido en una atracción turística más. Durante los meses de junio a agosto, se celebra en Cortona el Sun Festival, se inició en 2003 cuando un grupo de estadounidenses llevó a sus amigos a reproducir música en el Teatro Signorelli. El festival se caracteriza por un programa musical por la noche, con demostraciones de cocina, talleres de arte, excursiones a pie, catas de vino y la proyección de películas durante el día. Suelen asistir personalidades importantes y famosos como Anthony Hopkins, John Malkovich o Jeremy Irons.

Otra celebración bastante conocida es la Giostra dell’Archidado. Este torneo tiene sus orígenes en la Edad Media, justo antes del año mil, su origen proviene de una leyenda. Se estableció oficialmente en 1397 para celebrar el matrimonio de Francesco Casali, Señor de Cortona, con Antonia Salimbeni de Siena, una noble dama. Desde ese año, se conmemora este acontecimiento histórico el segundo domingo de junio, haciendo revivir el antiguo esplendor medieval de la ciudad. Las calles se decoran con banderolas, los habitantes de la ciudad se visten con trajes finamente elaborados, se ve paseando por las calles damas y caballeros, arqueros, los típicos lanzadores de banderas… El Consejo dei Terzieri son los encargados de repetir año tras año este ambiente festivo, y de organizar esta justa de ballestas en la que participan los cinco barrios de Cortona (los Quintieri).
Si queréis hacer una pequeña visita para animaros:


De Cortona nos vamos a Arezzo, una de las ciudades más ricas de la Toscana, cuya principal industria es la elaboración de joyas de oro. Parte de su fama, se debe a los frescos de Piero della Francesca y al mercado de antigüedades. Tras la II Guerra Mundial se sustituyeron numerosas callejuelas medievales por grandes avenidas. Sin embargo, la fuente de la Quimera recuerda vivamente el pasado de la ciudad. Es una copia de un bronce etrusco realizado en el año 380 a.C. Arezzo es la cuna de Vasari y Petrarca, y se pueden visitar sus casas. 

En Arezzo se rodó "La Vida es Bella" de Roberto Begnini, en la Piazza San Francesco de Areso Begnini pasea en bicicleta esperando encontrarse con su "principesa", en la plaza está el Café dei Constanti con "la coppa di gelato la Vita è Bella". Otros lugares de interés son la Iglesia de San Francesco, con los maravillosos frescos de Piero de la Francesca. O la iglesia de Santa Maria delle Grazie e Pieve di Santa María, en la que se conserva una cruz del siglo XII, realizada por Cimabue. La visita podemos empezarla por la Casa de Vasari, mandada construir por Giorgio Vasari en 1540, el mismo decoró sus techos y paredes con retratos de sus contemporáneos, artistas, amigos y mentores y como no, el suyo propio. En el hermoso Palazzo Bruni, del siglo XV, está instalado el Museo Estatal de Arte Medieval y Moderno. En el patio hay fragmentos arquitectónicos y escultoricos de los siglos XI al XVII y en el interior obras de Andrea della Robbia, de Vasari, de Signorelli... 
En la Piazza Grande tenemos el Duomo, esta catedral fue comenzada en 1278 y no se acabó hasta el 1510, aunque su fachada es de 1914. El interior del edificio se ilumina gracias a la luz que entra por las vidrieras del siglo XVI, realizadas por un francés, Guillaume de Marcillat, artista que se estableció en Arezzo. Junto a la tumba del obispo Guido Tarlati se encuentra el pequeño fresco de Piero de la Francesca "María Magdalena" y en la Cappella della Madonna, tras la reja de hierro forjado encontramos una figura de terracota conocida como "La Asunción", hecha por Andrea della Robbia.  Si queréis contemplar más objetos de arte podéis acudir al Museo del Duomo, situado en la Piazzetta de detrás del Duomo, ojo hay que pedir permiso al sacristán para poder entrar. 

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Al lado del Duomo está el Parco il Prato, a la entrada del cual se encuentra la casa donde nació el poeta Petrarca, en cuyo honor hay una enorme estatua. A través del parque podremos llegar a la Fortaleza Medicea. Esta fortaleza fue construida por Antonio Sangallo el Joven por encargo de Cosme I en el siglo XVI. En el siglo XVIII fue demolida, y dejaron tan sólo intactos los bastiones. Es un lugar ideal para contemplar las vistas del valle del Arno. El siguiente punto a visitar sería la Piazza Grande, muy famosa por su mercado de antigüedades. En el lado oeste está el Palazzo della Fraternità dei Laici, decorado con un relieve de la Virgen que data del 1434, de Bernardo Rossellino. La parte baja del edificio data del 1337, mientras que el campanario y la torre del reloj son de 1552. En la parte norte de esta misma plaza tenemos una arquería realizada por Vasari en 1573.  Aquí también encontramos el Pieve di Santa María con la torre de los cien agujeros, llamada así popularmente por sus innumerables arquerías, en realidad es el campanario y fue construido en 1330. Arezzo dispone de un Museo Arqueológico situado cerca del Anfiteatro Romano, bueno de las ruinas del anfiteatro más bien. 

Como siempre en este link tenéis más información y un mapa interactivo, para conocer las celebraciones que se realizan a lo largo del año visitar la página Visit Arezzo.com entre las que destacamos la Giostra dei Saracino, el Carnaval, el Palio dei Rione, la verdad es que es una de las localidades que más celebraciones tiene a lo largo del año, así que si queréis divertiros, allá hay que ir.


Por esta zona de la toscana hay unos pueblos interesantes para los amantes del arte, sobre todo porque son la cuna de grandes artistas, como el pueblo de Caprese Michelangelo. A una hora de Arezzo, podemos visitar el pequeño pueblo de Caprese, lugar de nacimiento de Miguel Ángel Buonarroti, concretamente el 6 de marzo de 1475. En su casa natal, rehabilitada para albergar el Comune Casa Natale Michelangelo, donde se exponen fotografías y copias de la obra del artista. Las murallas de la ciudad constituyen una buena atalaya para contemplar el paisaje alpino, Miguel Ángel consideraba que su mente siempre estaba despejada gracias al aire que respiró de niño por estos lares.
A media hora en coche tenemos otro lugar interesante para visitar, es Sansepolcro, una activa ciudad industrial que debe su fama a ser el lugar de nacimiento de Piero della Francesca (1410-1492). Sus obras están expuestas en el Museo Cívico, instalado en el Palacio Comunale del siglo XIV, en el que destaca el fresco "La Resurrección" en el que se ve a un impasible Cristo que sale del sepulcro, tiene los soldados dormidos a sus pies, parecen estar atrapados en el tiempo, mientras que el hijo de Dios toma posesión de la escena. En la misma sala se exhiben más obras del mismo autor como "La Madonna della Misericordia". También hay muchas más obras de otros autores importantes, como las de Andrea della Robbia, o las de la Escuela Veneciana y las de la Escuela Umbría-Toscana. Si queréis dar una vuelta virtual clickar aquí.
Según la leyenda de su creación dos peregrinos que regresaban de las Cruzadas de Tierra Santa construyeron un oratorio para albergar en él unas reliquias, allá por el 934. Pero hay más tradiciones en este lugar, una esta inspiradas en las ballestas, cada segundo domingo de septiembre los arqueros locales, con unos trajes inspirados en la pinturas de Piero della Francesca desafían a sus rivales de Gubbio. La tradición manda que los de Sansepolcro vayan a la ciudad de Gubbio en Mayo para defender el honor de San Ubaldo. Y el segundo domingo de septiembre son los de Gubbio los que les devuelven la visita y llegan a Sansepolcro para defender a través de la competición con ballestas el honor de su santo, San Egidio. Otros lugares de interés son el casco antiguo con el Duomo, la Fortaleza de los Médici, la Torre Berta en la plaza que ahora lleva su nombre, pues la magnífica torre, símbolo de la ciudad fue destruida en la madrugada del 30 al 31 de julio de 1944, cuando los soldados alemanes estaban ya de retirada. Esta acción fue una represalia contra la ciudad y sus habitantes.










miércoles, 10 de junio de 2015

Del Château de Beauregard, con su Galerie des Illustres a la Casa de la Magia de Blois.

"Beauregard01" by I, Manfred Heyde. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Beauregard01.jpg#/media/File:Beauregard01.jpg
El Château de Beauregard  fue construido en el siglo XVI como pabellón de caza para el rey Francisco I. En 1521 lo cede a su tío René de Saboya (y al que todo el mundo conocía con el sobrenombre del Gran Bastardo) el hermano de su madre, María Luisa de Saboya. 
En 1545, Jean du Thier, secretario de Enrique II, lo compró y lo transformó en una elegante casa solariega. Du Thier encargo al arquitecto italiano del rey, Scibec de Carpi, un magnífico estudio con paneles de roble dorado, se trata del Cabinet des Grelots, es una pequeña habitación decorada con cascabeles (grelots). 
Pero lo que más llama la atención de este castillo es la Galeries des Illustres, es decir una galería de retratos, la mayor de Europa y que podemos contemplar en la actualidad. Fue construida durante la primera mitad del siglo XVII tras encargo de Paul Ardier, ministro de Luis XIII y un apasionado de la historia de su país.
Con 27 metros de largo por seis de ancho, se sitúa en la planta noble, y está pavimentada con 5.500 baldosas de cerámica de Delft, son pequeños azulejos cuadrados de color blanco, con cuadros en azul, realizados a mano por los holandeses, cada baldosa representa a un soldado, por lo que podemos decir que toda la habitación sería un ejército. 
Paul Ardier, sabía que estos azulejos son bastante frágiles, y que se rompían con facilidad, así que solicitó que los hicieran más gruesos de los normal, y encargó el doble de los necesarios para cambiarlos si era necesario.

Las paredes están decoradas con 327 retratos de personajes famosos que vivieron entre los años 1328 y 1643. Con Felipe VI comienza la historia, cuando en 1328 ascendió al trono tras los llamados "reyes malditos", y que marca la llegada de los Valois al trono, con los que dará comienzo a la Guerra de los Cien Años. 

Catorce reyes de Francia le sucedieron, y se encuentran pintados acompañados por las figuras de sus reinas, ministros, mariscales, diplomáticos... el último rey para Ardier fue Luis XIII, que es el que cierra la colección de reyes. Además de reyes y reinas, también hay personajes destacados de la historia de Francia, junto a otros 25 retratos de personajes de otras nacionalidades. 

Tenemos al cardenal Mazarino, a Juana de Arco, a Eduardo III de Inglaterra, los sultanes turcos Murad I, o Solimán el Magnífico. En cuanto a mujeres están Isabel de Baviera, que gobernó durante la locura de Carlos VI, Catalina y Maria de Médicis, Ana de Austria. 

El número de retratos varía dependiendo del rey al que están asociados, por ejemplo el reinado de Felipe IV cuenta con 6 retratos, Carlos VII con 21 y Luís XIII, con 40 retratos. Las fechas de los reinados y el emblema junto con el lema del rey se pintan en la madera situada entre el suelo y los retratos.

El cielo raso lo pinto Jean Mosnier, por encargo de la hija de Paul Ardier, Marie. El azul que podemos contemplar se debe al uso del lapislázuli, uno de los minerales más costosos del siglo XVII y para pintarlo usaron unos 3 kilogramos más o menos.



El pobre Paul Ardier no pudo ver acabada la sala, se tardaron 60 años en hacerla, y eso que él murió a los 93 años.

Durante la entrevista que tuvo lugar en el castillo de Blois entre Luis XIII y su madre, María de Médicis, en 1626, el cardenal Richelieu temía una conspiración, por lo que prefirió alojarse en Beuregard, aceptando la hospitalidad de Paul Ardier, así que se instaló en él junto a su guardia personal.

A 20 minutos por la D765 llegaremos a Blois. En el siglo XII se convirtió en una poderosa fortaleza feudal, pero su gloria la alcanzaría con Luis XII, cuando decide establecer la corte aquí en 1498. Primero visitaremos la ciudad y después el emblema de la misma, su castillo.

Para visitar la ciudad podemos seguir cuatro recorridos que nos ofrece la ciudad de Blois, son los llamados P'tits clous y nos sirven para descubrir la ciudad a pie. Son cuatro circuitos peatonales que están señalizados con unos clavos de bronce. 
Cada circuito tiene una longitud de unos 2 km aproximadamente y que te permiten descubrir un barrio de la ciudad. Para señalizar los distintos recorridos han utilizado un puerco espín, que resulta ser el emblema de Luis XII, que nos llevará por los alrededores del castillo y los jardines reales.

En el siguiente circuito han utilizado como logo las flechas de la abadía de San Nicolás, con este recorrido descubriremos el pintoresco barrio de los estudiantes situado en los alrededores de las antiguas abadías. El tercer circuito corresponde a la flor de lis, que nos paseará por el antiguo barrio de Puit-Châtel, donde podremos ver los típicos hoteles del Renacimiento. El último circuito corresponde a una gabarra, que nos llevará a los barrios de la margen izquierda del río, donde las fotos nos quedarán magníficas pues están las mejores vistas de la ciudad.

Uno de los monumentos que no debemos perdernos es la Iglesia de San Nicolás, enclavada cerca del río, en lo que sería la parte baja de la ciudad, se empezó a construir en el año 1138, a principios del siglo XIII, la antigua iglesia abacial de Saint Laumer nos muestra todas las características arquitectónicas de los comienzos del arte gótico.


"StNicolas01" by Manfred Heyde - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:StNicolas01.jpg#/media/File:StNicolas01.jpg
Huyendo de los terribles Normandos, los monjes benedictinos que custodiaban las reliquias de su fundador, Saint Laumer, se refugiaron en Blois. Aquí construyeron su monasterio, concretamente en la iglesia abacial antes mencionada. De 1138 a 1186, se construyó el coro, el transepto (donde se suelen cruzar el transepto con la nave central) acabaron el conjunto a principios del siglo siguiente. Cuando estallaron las guerras de religión, la abadía acabó destruida por los protestantes y la iglesia quedó en malas condiciones, pero aún se medio aguantaba en pie. 

En los siglos XVII y XVIII, se reconstruyó la abadía, durante la Revolución Francesa acabó convertida en un Hôtel Dieu (una especie de hospital). Saliendo de la iglesia por el gran pórtico de Louis XIII, nos encontraremos con una esbelta fachada apretada entre dos poderosos pilares. Los tres pórticos son de un ancho desigual y están coronados por una elegante galería de arquerías, que ocupan toda la anchura de la fachada. 

El rosetón que la culmina, fue reparado en el siglo XVII. Encima de éste hay una gárgola monumental, la otra se encuentra al pie de la escalera que lleva al castillo. Tiene dos torres de diferente anchura, cada una está rematada por un campanario coronado por una aguja del siglo XIX. Si lo que queréis es contemplar toda su belleza y esplendor lo mejor bajar hasta el muelle del Loira, desde allí podremos distinguir los contrafuertes que la sostienen, las torres y las linternas.

"Cathédrale Saint-Louis 20120511" by SuperTimor - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cath%C3%A9drale_Saint-Louis_20120511.jpg#/media/File:Cath%C3%A9drale_Saint-Louis_20120511.jpg
Otro lugar interesante para visitar es la catedral de Saint Louis, asentada sobre una gran plaza, que vaya usted a saber por qué, lleva el mismo nombre Place Saint Louis. Está catedral no es la primera que hubo, pues a lo largo de la historia de Blois ha habido unas cinco, es por ello que tiene zonas edificadas desde el siglo XII hasta el siglo XIX

La parte más antigua, es decir del siglo XII corresponde a la cripta y al oratorio, la primera la encontraréis bajo el coro mientras que el oratorio esta a la izquierda de la entrada. Del siglo XIX son el deambulatorio, y la capilla del ábside consagrada a la Virgen María. En los laterales hay 16 capillas con 31 vidrieras, las vidrieras son del siglo XX. Durante el reinado de Francisco I, en el siglo XVI, ya hicieron algunas reformas, pero fue en 1678 tras un huracán que destruyó las vidrieras mayores y arruinó el edificio tuvieron que volver a empezar, es por ello que de esa época sólo queda el ábside, la fachada occidental y los pisos superiores del campanario. Delante de la catedral está la Maison de l'Acrobate, se distingue por las vigas de madera a la vista y las figuras de diferentes personajes en las columnas.

Durante siglos la iglesia a luchado contra la magia y la brujería, han perseguido, condenado y quemado a muchos, pero en Blois rinden homenaje a todos ellos, sobre todo a la magia con la "Maison de la Magie". Lo primero que os llamará la atención es el dragón de seis cabezas que hay en la fachada, es el guardián de un templo mágico que os dará la bienvenida, ¿estáis preparados? una vez dentro os estaréis iniciando en las artes mágicas en un espacio de más de 2000 metros cuadrados repartidos en cinco niveles, podréis disfrutar de autómatas, historia de la magia, ilusiones ópticas, trucos de ilusionismo, y conocer la vida y la obra de Robert-Houdin.

http://commons.wikimedia.org/wiki/File%3ABlois.Maison_de_la_Magie.wmt.jpgNacido como Jean Eugène Robert el 7 de diciembre de 1805, en Blois, resultó ser un apasionado de la mecánica y de la relojería, su padre tenía un taller de relojería pero quería que su hijo se dedicase a otro oficio, para ello lo mandó a la universidad de Orléans, acaba siendo notario en su ciudad, pero aún sigue muy interesado en la mecánica, al final consiguió convencer a su padre para que le dejara hacer lo que más le gustaba. Para aprender mejor el oficio se fue a Tours pero enfermó y regresó a Blois, allí conoce a la que será su esposa Cecilia, hija de un relojero parisino Jacques Houdin.

En 1830 se casaron y adoptó el apellido de su esposa Houdin, que uniría al suyo par hacerlo compuesto Robert-Houdin, así se destacaría de entre otros muchos relojeros. Un buen día recibió unos libros sobre prestidigitación y magia en lugar de los de relojería que había encargado, este error cambió la vida del relojero. Durante un tiempo compaginó profesión con afición, en 1837 creo el reloj más ligero y que escondía su maquinaria, con el dinero que ganó empieza a fabricar objetos automatizados que tuvieron mucho éxito en la Exposición Universal de 1844. Encontró un patrón que le financió sus proyectos pero no fue tras la muerte de su esposa cuando se dedicó en cuerpo y alma a la magia, llegó a actuar ante el rey de Francia y la Reina de Inglaterra, hizo numerosos bolos por Europa.


En 1845 compra un teatro donde representará las "Soirées Fantastiques", está considerado como el padre de la magia moderna. Tal es así que años después de su muerte Erik Weisz, húngaro de nacimiento decidió tomar su apellido añadiéndole una i final (algún listo le había comentado que añadiéndole la i, en francés quería decir "igual que...") para homenajear al maestro de la magia. 

Hay que decir que también tomó prestado el nombre de Harry, de otro ilusionista amigo suyo, Harry Kellar. Vámos, que mucha imaginación en cuanto a nombres artísticos no tenía, pues unió unos que ya tenían dueño. Y todo porque a los 15 años leyó la biografía de Robert-Houdin y decidió que él sería más grande, y más famoso. Su admiración no duró siempre, se acabó cuando se peleó con los hijos de Houdin, que no quisieron recibirlo. Así que se dedicó a escribir un libro en el que desenmascarar al mago, tratando de bajarlo de golpe del pedestal aduciendo que sus inventos eran robados de otros magos. No se sabe si esta actitud fue por cabreo o por miedo a que aún estando muerto fuera mejor que él mismo y siempre saliese mal parado en las comparaciones. En la película "The illusionist" se basan en la historia y en los trucos de magia de Robert-Houdin.